Hartasánchez no era ayer el único molesto con la decisión de la Consejería. La Coordinadora Ecologista expresaron igualmente su indignación por el "fracaso" del intento de reintroducción a la naturaleza y exigen "responsabilidades para quienes "propiciaron visitas de curiosos allegados ajenos al proceso de recuperación del animal".

"Molinera" durmió ayer en el interior de una especie de cuadra donde, parece, permanecerá los próximos días. Al menos hasta que se acondicione el cercado grande. "Es primeriza y preferimos evaluarla", justificó ayer Carlos Zapico, presidente de la Fundación Oso Asturias, que siguió en primera persona toda la operación junto a un veterinario y varios técnicos de la Consejería. Ellos fueron los encargados de acondicionar sobre la marcha el habitáculo con varios fardos de hierba. La osezna no pudo todavía conocer a sus nuevos "vecinos". A "Tola" no se le vio ayer en toda la tarde por el cercado. "Paca" salió un rato a caminar, aunque en realidad hacía un movimiento repetitivo sobre el mismo palmo de terreno: cuatro pasos para un lado, vuelta, cuatro pasos para el otro. "Furacu", por su parte, más ágil, se pasó un buen rato tratando de comer algo, aunque tampoco tardó en retirarse a sus aposentos.

Los expertos partidarios de su traslado al cercado consultados ayer por este diario sostienen que "Molinera" no está, "ni estará", en condiciones para volver a reintegrarla. "El animal tiene buen concepto del ser humano y eso es peligroso no ahora, sino con el paso de los años, cuando se vaya haciendo más mayor".

"Molinera" fue rescatada el pasado 19 de septiembre en Riomolín (Leitariegos) en estado crítico de salud: pesaba seis kilos de peso, padecía una fuerte insuficiencia renal y una luxación de cadera. La voz de alarma la dio un turista: la osa se había precipitado por un barranco. Pasó dos semanas en la clínica veterinaria y, posteriormente, fue trasladada al Centro de Recuperación de Sobrescobio, donde pasó dos meses y evolucionó favorablemente "alejada del contacto humano", según sus cuidadores. El 29 de noviembre, al constatar su "perfecto" estado, fue liberada en Muniellos. Entonces pesaba 29 kilos. Hoy "Molinera" se despertará en una nueva vida en cautividad.