"Ocalitos non". El eslogan que aparecía en cientos de pintadas distribuidas por Asturias en los ochenta sigue aún vivo en el imaginario colectivo de los asturianos, aunque en los últimos años las posturas hayan ido suavizándose, tanto entre el sector de los empresarios y propietarios forestales como en el de los ecologistas. Aunque con diferentes argumentos, todos ellos defienden que estos cultivos de crecimiento rápido se realicen de manera racional, para no eliminar a otras especies de los bosques regionales.

"El debate sobre si deben aumentarse o no las plantaciones no tiene ningún sentido", señala Luis Enrique García, presidente de la patronal Asmadera. "Lo que debemos analizar son las necesidades que tenemos de cultivar madera y generar riqueza en las zonas rurales, conjugadas con una planificación adecuada del territorio".

Los empresarios también demandan que las plantaciones no se ubiquen cerca de explotaciones agrarias o de viviendas. García coincide con los ecologistas en que el eucalipto no debe desplazar a otras especies, hasta el punto de convertirse en un monocultivo. "Tampoco debemos obsesionarnos con las cifras del Plan Forestal, que ni siquiera cumple las inversiones previstas para cada año", denuncia.

Los empresarios forestales perdieron en 2013 un tercio de las partidas que en principio deberían haberse realizado en virtud del Plan que marca la evolución forestal de la región, que, tras rebasar diez años en vigor, en breve comenzará un proceso de revisión. "No escucho a nadie quejarse de eso y sí de que hay más o menos hectáreas de eucaliptos", asegura García, quien considera que el debate se desvía hacia intereses políticos, que no favorecen al sector forestal.

José Luis Monteserín, presidente de la Unión de Cooperativas Forestales (Ucofa), lamenta que en Asturias no se fomente la plantación de especies de calidad con una alta demanda, como el cerezo. "Tenemos un patrimonio riquísimo en los bosques y no lo aprovechamos en absoluto. Portugal nos abastece de roble y castaño y aquí los bosques no se cuidan en absoluto".

El propietario forestal David de Pedro, por su parte, destaca las dificultades que atraviesan los eucaliptales, afectados por la enfermedad del gonipterus.