El Principado esclareció 1.269 incendios forestales que afectaron a más de 40.000 hectáreas, el 37 por ciento de la superficie quemada entre los años 2002 y 2012, mientras que en 2013 la cifra de 3.005 hectáreas quemadas en Asturias rompe la serie de crecimiento de incendios.

El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno del Principado, Guillermo Martínez, ha ofrecido estos datos en la rueda de prensa ofrecida antes de la reunión mantenida con el fiscal de Medio Ambiente, Alejandro Cabaleiro, para analizar el trabajo de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (Bripas) desde su puesta en funcionamiento en el año 2002.

Los miembros de las Bripas consiguen establecer las causas de un 65 % de la superficie quemada y durante la última década investigaron 1.294 siniestros, logrando determinar la causa en 1.269 de ellos, ha añadido.

Martínez y Cabaleiro han coincidido en destacar la importancia de la colaboración de las diferentes instituciones públicas como uno de los factores esenciales para esclarecer los incendios intencionados y perseguir y condenar judicialmente a sus autores.

El titular de la Consejería de Presidencia ha apuntado que Asturias cuenta con cuatro equipos de las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales, distribuidas territorialmente en las zonas noroccidental, suroccidental, central y oriental.

Ha añadido que los datos referidos al periodo de diez años recogen un total de 1.473 informes -856 de establecimiento de causas, 438 de investigación y 179 de situación de riesgo-.

Del total de incendios forestales fueron investigados 1.294 siniestros, logrando esclarecer la causa en 1.269, de los que 1.070 siniestros se produjeron de forma intencionada, 162 por negligencia o causas accidentales, 33 como consecuencia de la caída de rayos y 4 por reproducción del fuego.

Si se traduce a superficie, se investigaron un total de 40.067,97 hectáreas lo que supone un 37,41% de la superficie quemada en Asturias durante esta década.

Un 70,19% del total de los incendios intencionados investigados fueron provocados para regenerar y favorecer el nacimiento del pasto; un 4,11% para eliminar matorral, un 3,8% para ahuyentar animales, un 2'71% para facilitar la caza, un 2,06% por venganzas y un 1'96% por vandalismo.

El 3'46% restante está motivado, entre otras causas, por disputas en cuanto a la titularidad de los montes, incendios provocados para obtener la modificación del uso del suelo o pirómanos.

Los miembros de las Bripas investigaron incendios en 75 municipios asturianos, siendo Cangas del Narcea, con 166 informes, donde más actuaciones se desarrollaron, seguido de Allande (101), Tineo (64), Lena y Llanes (60) y Cangas de Onís (57).

Como consecuencia de las investigaciones realizadas por las Bripas durante esta década, los tribunales asturianos dictaron 44 sentencias condenatorias, de las que 20 fueron por causa intencionada y el resto por negligencias u origen accidental.

Cabaleiro ha enfatizado las "bondades" sobre las investigaciones que realizan las Bripas, compuestas por unos "profesionales de gran valía", que hacen que "la inmensa mayoría de condenas por incendios, por no decir la totalidad, serían imposibles sin su labor".

Sobre los incendios registrado en fechas recientes en la zona oriental, en relación a los que ha dicho que existe una denuncia por parte de una asociación, ha precisado que "formalmente hay unas diligencias abiertas" y ha matizado que "se ha hablado con el Seprona, que está investigando paralelamente a la Bripa".

"Se supone que en las próximas semanas tendremos noticias porque presentará el Seprona su informe y con eso ya valoraremos posibles diligencias a pedir o si hay causa suficiente para seguir investigando o no", ha dicho Cabaleiro.