A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las instituciones académicas españolas, la Universidad de Oviedo no ha suprimido, hasta ahora, ninguna plaza de los profesores jóvenes con contrato (al margen de asociados), muchos de ellos a la espera de concursos para un puesto de funcionario. Un compromiso adquirido por el rector, Vicente Gotor, que beneficia a casi el 25 por ciento de la plantilla docente e investigadora (con categorías de contratado doctor, que tienen una vinculación indefinida, y de ayudante doctor y ayudante, con acuerdos que les permiten desarrollar su labor por períodos de cuatro años, prorrogables a un quinto). Este esfuerzo ha frenado, en parte, el progresivo envejecimiento del personal. La cruz es que las restricciones legales y económicas impiden ejecutar nuevas incorporaciones desde hace más de dos años.