Alarma entre los docentes asturianos de Secundaria ante el éxodo de decenas de profesores hacia otros países, mayoritariamente anglosajones, debido a la falta de plazas públicas que les permitan acceder a las aulas de la región. Los representantes de los trabajadores y los colectivos de educadores culpan de esta emigración, novedosa para la profesión, a las políticas restrictivas del Principado y la consideran una consecuencia del "desmantelamiento" del sistema.

"Éste es uno de los efectos del ERE gigantesco que vive la educación asturiana, donde se han destruido 2.500 puestos de trabajo desde hace diez años, unos 400 en los dos últimos", señala Beatriz Quirós, representante del sindicato Suatea. "A los poderes públicos se les llena la boca con la defensa del empleo, pero son los primeros que están engordando el paro al amortizar los puestos fijos", prosigue. "Un gobierno, como el del Principado, que se llama socialista debería tener la educación como prioridad, pero no es así", remata.

Porque esta representante de los trabajadores considera que "podría haber trabajo para todos si el Principado quisiera". "Si se recortara en chiringuitos o en otros asuntos menos relevantes, los jóvenes no estarían en la actual situación precaria y podrían acceder al sistema", razona. "Claro que hay margen. Por ejemplo, se puede aplicar una reducción de jornada para los mayores de 55 años o abrir los centros por la tarde para que los chavales tengan ocupaciones como cuidar las bibliotecas. Pero eso no se quiere", remata.

Maximina Fernández, secretaria general de FETE-UGT, también denuncia "la degradación total de la escuela pública asturiana". La líder sindical, que participará este lunes en Madrid en una reunión junto a otros compañeros para analizar el reciente fenómeno de la emigración docente, culpa al Principado de "no querer negociar ante una situación tan dramática". Para Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE, "es penoso ver cómo jóvenes con un nivel formativo brutal se van fuera o están detrás del mostrador de una tienda". "Es triste que este talento se desperdicie ofreciendo a otros países, en bandeja de plata, a gente sobresaliente", añade, tras afirmar que "en torno al 25 por ciento de los docentes asturianos están fuera, en otras regiones o, desde hace poco tiempo, en el extranjero". "Se van los mejores, los que saben idiomas, los que más podrían aportar", concluye.

Para Cristina Fernández Comins, presidenta de la Asociación de Docentes Interinos de Asturias (ADIA), "la situación de los profesores es cada vez más dramática". "En Asturias, hay un gobierno teóricamente progresista que, sin embargo, toma medidas como las de Madrid", afirma. "Si los interinos estamos mal, entiendo perfectamente que una persona que acaba de terminar su formación se plantee la emigración", concluye.