Por diferentes motivos, tanto los interinos como los alumnos del máster de Formación del Profesorado, obligatorio para acceder a la profesión, critican el actual sistema de oposiciones, donde la balanza está inclinada más a favor de la antigüedad que de los méritos en el examen (al margen de otros aspectos puntuables). "Habría que preguntarse si un joven que acaba de finalizar su carrera está en igualdad con una persona que lleva 15 años dando clase, como algunos defienden. Pero, al margen de esto, tengo claro que habría que ir hacia un modelo de oposiciones menos memorístico y más basado en cuestiones prácticas", señala Cristina Fernández Comins, líder de ADIA.

No obstante, los representantes de los trabajadores instan a "no dividir" a la profesión entre interinos y recién titulados. "Esto sólo beneficia a la administración, auténtica culpable de la actual precariedad", señala Beatriz Quirós, representante de Suatea. "Además, es hacerle el juego a los responsables políticos, que estarían encantados de contratar a personas sin ninguna antigüedad porque así evitarían pagarles los extra que les corresponderían si la tuvieran", añade la representante sindical.