La Guardia Civil investiga en Asturias varios casos de guardas rurales del Principado por un presunto fraude a la hora de peritar y verificar daños por ataques de lobos. La Benemérita tiene conocimiento de al menos dos casos (uno en el concejo de Ponga y otro en el de Laviana) en los que se tuvo que paralizar sendos expedientes de indemnizaciones a punto de firmarse. En ambos sorprendió la "llamativa" cuantía de la indemnización (que en un caso ascendía a 150.000 euros en un año) y el hecho de que la misma foto del animal muerto se atribuyera a distintos daños separados en el espacio y en el tiempo. Los investigadores sospechan de que "no se comprobaba bien" que la autoría del ataque fuera del lobo, de que se establecían "interesadamente" los rasgos de los animales atacados (la indemnización varía en función de sus características) y que el guarda y el ganadero estarían "compinchados" para repartirse la compensación. "Hay guardas que presumían de cobrar más así que por su propio sueldo", aseguran a este periódico fuentes cercanas a la investigación.

La denuncia parte de dos asociaciones ecologistas (la "Coordinadora Ecoloxista" y la Asociación para la Conservación y Estudio del lobo ibérico -ASCEL-), que el pasado 28 de mayo puso en conocimiento de la Guardia Civil presuntas irregularidades por el pago de daños del lobo y que desembocó en la denominada "Operación Loki", conocida ayer. Así, el Servicio de Protección de la Naturaleza de Asturias (SEPRONA) y la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCONA), desplazada desde Madrid, iniciaron una investigación en la que se detectaron 1.200 casos presuntamente irregulares (de un total de 10.000 expedientes analizados desde el año 2010) y que afecta a cientos de ganaderos asturianos (la mayoría de occidente) por cobrar, supuestamente, por la muerte de un mismo animal dos indemnizaciones a la vez: la del Principado y la de Agroseguro, la compañía pública de seguros agrarios que rige el sector en toda España y que está subvencionada por la Administración regional. Las cantidades defraudadas oscilarían entre los 800 euros y los 65.000 euros por ganadero.

La presunta duplicidad en el cobro empieza en 2010, año en que Agroseguro comienza a incluir en sus servicios, a instancias del Ministerio de Agricultura, compensaciones por daños a la fauna salvaje, entre ellos los del lobo. A partir de entonces, los implicados estarían incurriendo en un "enriquecimiento ilícito", ya que la ley de seguros sólo permite una única indemnización por cada daño. Además, estarían incurriendo también en un delito de "estafa" si, a sabiendas de haber cobrado por una parte, solicitasen la indemnización a la otra.

Los ganaderos, que han empezado a recibir las notificaciones de su supuesta irregularidad por carta, se quejan de que nadie les avisó de que ambas compensaciones eran incompatibles y hablan de "acoso permanente y odio a nuestro sector". "No hay mayor intención que la de criminalizarnos y hacernos desaparecer para dejar espacio a los lobos", aseguró ayer Mercedes Cruzado, presidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Asturias.