El jurado declaró esta tarde culpable, por unanimidad, al agente de la Guardia Civil acusado de matar a tiros a un vecino de Soto de Luiña (Cudillero) en septiembre de 2009.

El jurado estima que el agente cometió un homicidio, aunque aplica la eximente incompleta de legítima defensa. Para los miembros del jurado no existió proporcionalidad entre la amenaza que suponía Severino Gallego, un hombre con grandes limitaciones físicas y que había bebido, y los medios utilizados para reducirle, seis disparos, de los cuales cinco alcanzaron al hombre, dos de ellos por la espalda y ninguno de frente.

Según el jurado, no quedó acreditado si Gallego atacó a los agentes esa noche con el mango o con los dientes de la pala. Sí considera el jurado que los agentes pudieron haber utilizado otros medios, como incluso ausentarse de la zona.

Una vez conocido el veredicto, las partes realizaron sus peticiones definitivas, de acuerdo al tipo establecido por el jurado. La fiscal mantuvo su petición de nueve años de cárcel. La acusación particular, a cargo de la familia de la víctima, cuyos intereses defiende Ángel Bernal, solicitó cinco años de prisión, cuatro menos que los solicitados por el ministerio público. La defensa, a cargo de Luis Tuero, pidió dos años y medio, el mínimo para este tipo de delito.

La juez María Luisa Barrio, de la sección segunda de la Audiencia, dictará su sentencia de acuerdo al veredicto en unos días. El jurado se mostró favorable a la concesión del indulto y a la suspensión del ingreso en prisión.

La familia, tras el veredicto, expresó un sentimiento agridulce. Considera que se ha hecho justicia y que se ha aclarado finalmente lo que pasó, lejos de la versión ofrecida inicialmente por los agentes que actuaron aquel día.