Miles de personas se han movilizado esta mañana en León para reivindicar una integración ferroviaria en la ciudad que incluya el soterramiento de las vías de Renfe. Según los organizadores entre 17.000 y 20.000 leoneses han salido hoy a las calles.

Más de 55 organizaciones políticas, sindicales y sociales de la provincia vecina han apoyado a una manifestación multitudinaria, en la que se ha reclamado al Gobierno central un diseño ferroviario que mantenga la estación en el centro de la ciudad, que no recorte servicios y que garantice la continuidad de la línea hacia Asturias con un soterramiento de vías.

Entre los manifestantes, se encontraba el alcalde de León, Emilio Gutiérrez (PP), y muchos de sus concejales. Gutiérrez ha reiterado que la consiga del PP "siempre ha sido la misma" y que se trata de "luchar por los ciudadanos y por los intereses de León". Además, ha recordado que desde que llegó al Ayuntamiento capitalino, se ha reunido "tres veces" con la ministra de Fomento, Ana Pastor, para intentar que se retomen cuanto antes posible estos proyectos ferroviarios. Junto a colectivos sociales, los partidos políticos PSOE, IU y UPL, y los sindicatos UGT y CC OO han mostrado un "respaldo total".

Bajo el lema 'León no puede perder el tren. En defensa de un ferrocarril para la León', la manifestación ha salido de la ahora inutilizada estación de Matallana y ha recorrido las principales arterias de la capital, hasta llegar la estación de Adif, la llamada estación provisional.

En la marcha, se ha reivindicado también la conclusión del proyecto tranviario de Feve para la ciudad y que el trazado del AVE entre Valladolid y León sea en su integridad de vía doble.

EL PROBLEMA FERROVIARIO EN LEÓN

La génesis del problema ferroviario de León, que afecta severamente al Principado, se remonta a marzo de 2011. Fue cuando el entonces ministro de Fomento, el socialista José Blanco, inauguró la nueva estación para el AVE de la ciudad en un "fondo de saco" ferroviario. La terminal, que obliga a los trenes de Asturias a entrar o salir marcha atrás, con maniobras en las que se tarda veinte minutos, abrió con carácter provisional para permitir la erradicación del paso a nivel de El Crucero, una vieja aspiración de la sociedad local. Según el diseño de Zapatero, la estación definitiva, iba a ubicarse en el subsuelo, dentro de un ambicioso proyecto urbanístico que incluía el soterramiento de vías por toda la traza urbana leonesa. La crisis económica se llevó por delante aquellos planes y perpetuó tanto el "fondo de saco" como los retrasos de los Alvia.

A año y medio de la llegada del AVE, y a la vista de que el proyecto original de Zapatero resulta hoy inasumible, el Ayuntamiento de León ha puesto en los últimos meses sobre la mesa varias alternativas para solventar el "fondo de saco" y restituir la continuidad de la línea de ferrocarril hacia Asturias. Una de las opciones consiste en habilitar un apeadero para los trenes de largo recorrido a las afueras de la ciudad, dejando la terminal actual para los servicios de cercanías. La otra pasaría por el soterramiento de las vías. En concreto, durante una reunión celebrada hace unas semanas en el Ministerio de Fomento entre la titular del ramo, Ana Pastor, y dirigentes populares de Asturias y de León, tomó cuerpo la posibilidad de recuperar la antigua estación, situada a unos cincuenta metros de la nueva, y enterrar las vías en el tramo que se anuló para erradicar el paso a nivel de El Crucero.

De esta forma, la circulación ferroviaria por la capital de la provincia vecina volvería a ser como antes de la entrada en servicio de la nueva terminal, con la diferencia de que el paso por El Crucero se realizaría por un tramo soterrado de unos 500 metros de longitud.

El proyecto de soterramiento, en todo caso, no va a ser de ejecución inminente. Por ello, para compensar la penalización de los trenes de Asturias en el "fondo de saco", Renfe está realizando un detallado estudio económico y de tráficos para un enlace directo de Alvia Asturias-Madrid al día. La operadora fleta ahora dos servicios de este tipo a la semana -los viernes en dirección al Principado y los domingos hacia la capital- que son los que más demanda tienen de toda la red. Sin embargo, esta opción es rechazada de plano en León, donde las fuerzas políticas y sociales consideran que supondría un recorte inaceptable a su programación ferroviaria de largo recorrido.