A falta de uno, dos. La decimoquinta feria del salmón de Cornellana subastó ayer dos ejemplares de campanu en un jornada histórica por dos motivos. Uno, porque los compradores aceptaron pujar en la misma subasta por dos campanos. Fueron el primero de Asturias, echado a tierra en el río Cares, y el primero del Narcea, pescado cinco minutos después. También porque lo pagado por el campanu de Asturias, 5.500 euros, fue a parar por deseo del pescador, Iñigo Justo Fernández, a la Asociación de Familias de Niños con Cáncer del Principado de Asturias (Galbán).

Iñigo Justo Fernández, empresario de profesión, pescó el campanu de Asturias, de 4,7 kilos, en el coto El Tilo del río Cares, a las siete y veinticinco de la mañana . El ribereño, de 53 años y con más de 30 de experiencia en los ríos, decidió trasladar el pez a la feria de Cornellana. "No tuve dudas porque poco después salió el del Sella, así que en Cangas de Onís ya tenían subasta", indicó.

La polémica suscitada por la puja paralela que se organiza en Cangas de Onís desde hace tres años quedó en un segundo plano. Cornellana logró subastar el primer campanu de Asturias, es decir, el primero pescado en los ríos salmoneros asturianos; y Cangas de Onís subastó el primer salmón con muerte del Sella, de 5,4 kilos y pescado por Guillermo Vega Díaz en el pozo del "puente romano". Lo adquirió el restaurante madrileño El Ñeru en 5.100 euros. El alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, mostró ayer su satisfacción por lo ocurrido. "Estamos muy contentos y no queremos polemizar más", indicó.

Centenares de personas asistieron en Cornellana a la subasta del campanu, que logró un valor inferior al de otros años. La puja se quedó en 5.500 euros por más que insistieran la asociación Galbán y el público a los seis empresarios que asistieron. José Manuel Mori y Borja Martínez, socios del restaurante riosellano El Campanu, fueron los compradores de los dos salmones subastados en Cornellana. La ración se venderá a 36 euros. "Es un detalle para nuestra clientela", dijo José Manuel Mori, también pescador.

La jornada también destacó por algún incidente a pie de río. En el Eo, el primer salmón, de 5,2 kilos, se logró en el pozo Louredal a las ocho menos veinte de la mañana, pero no pudo precintarse. El pescador no tenía la licencia gallega, aunque sí la asturiana, en un día en el que Galicia tenía potestad sobre el coto. El pez fue decomisado y hubo denuncia. El guarda, Carlos González, aseguró que el incidente se debió a "un despiste" del pescador. "Pensamos que no hay mala fe, pero a efectos legales no es el campanu del Eo", indicó. El río dejó otro campanu, de 3,8 kilos y capturado por Antonio Barreiro, de La Coruña.

La jornada fue fructífera en las cuencas salmoneras asturianas. En el Narcea, a las once y media de la mañana los guardas habían precintado doce salmones. El presidente de la sociedad "Las Mestas del Narcea", Enrique Berrocal, pescó en la escollera del Puente Quinzanas el campanu de este río a las siete y media de la mañana. El ejemplar pesó 4,7 kilos. El ribereño se estrenó este año en la pesca del campanu. En 1998 fue su padre, Luis Miguel Berrocal, el que logró el pez. "Es una satisfacción poder pescarlo y sobre todo poder subastarlo en Cornellana", subrayó.