Los cursos de verano de La Granda se han quedado sin su "alma mater". Teodoro López-Cuesta fue el promotor de los encuentros intelectuales que desde 1979 se celebran en el chalé de la extinta Ensidesa, hoy Arcelor-Mittal. De ellos se despidió en julio de 2012, tras 34 ediciones y haber reunido a ponentes de primer nivel internacional de diversas ramas del conocimiento, entre ellos Severo Ochoa, premio Nobel de Química, el médico Francisco Grande Covián y el bioquímico Santiago Grisolía. Este último sigue fiel a las citas intelectuales estivales que siguen latiendo gracias a las conferencias que ahora lidera otro de sus impulsores, el economista Juan Velarde.
La inspiración de los cursos de La Granda fue una experiencia que se desarrollaba entonces en la Universidad Hispanoamericana de Santa María de la Rábida. Y la semilla prendió una comida que Ensidesa sirvió a López-Cuesta y a Velarde que tuvo como anfitrión a Julio Calleja, presidente del Instituto Nacional de Industria. Los encuentros de La Granda de López-Cuesta se cerraron en 2012 por las dificultades económicas y la cada vez más precaria salud de su director. Considerados un referente nacional, su espíritu sigue hoy vivo. "La ignorancia es el opio del pueblo, tenemos que luchar por la cultura", repetía.