José Manuel Arbesú, concejal del PP de Lena, pedía ayer que "por un hecho puntual no se destroce la vida de un chico". Ese chico es su hijo, Manuel Arbesú, guardia civil condenado a seis meses de inhabilitación, lo que implica su expulsión de la Benemérita, por un delito de omisión del deber de perseguir delitos del que acaba de ser indultado por el Gobierno. A su hijo se le atribuyó, en la sentencia formulada hace un año por la Audiencia Provincial y ratificada luego por un auto del Supremo, que había presenciado un abuso sexual sin intervenir en ningún momento más que para reirse de lo que sucedía, llegando incluso a grabar la escena con su móvil y a huir junto con el acosador del vagón de tren donde ocurrió el delito.

"Ese que refleja la sentencia no es el comportamiento de mi hijo. Yo no lo reconozco y lo que él nos contó no es así", insiste el progenitor, José Manuel Arbesú, por mucho que la sentencia y el auto del Supremo sean muy específicos sobre lo sucedido. En ambos escritos consta que para la sentencia se ponderó la declaración de la víctima, la de un testigo que fue agredido por intervenir para frenar el acoso, se visualizó la grabación del vagón del tren donde sucedió todo y la grabación del guardia con su móvil.

"La sentencia hay que respetarla, aunque no la compartamos. Todo lo que sucedió fue en un marco de cachondeo; eran dos jóvenes que volvían de fiesta y la conversación con la mujer fue en ese contexto de diversión. Por eso mi hijo grabó la escena, porque era cachondeo; hasta que en un momento dado hay una frase de contenido sexual que ofende a la mujer y por la que mi hijo llamó la atención al otro joven", explica José Manuel Arbesú. El edil asegura que, tan convencido estaba el joven guardia civil de que la escena había sido mantenida en tono de broma que "es él mismo el que entrega la grabación de su teléfono a la policía para que se vea. Ahí no hay tocamientos, como se dice, y no se registran esas palabras tan tremendas que hasta a mí me avergüenzan. Se oyen otras frases, más suaves...", expone el padre.

Nada de eso consta en la sentencia, como bien sabe José Manuel Arbesú. "Entiendo que los hechos que se muestran en la sentencia son deplorables pero sigo pensando que son de una magnitud que no se corresponde con el caso". Sobre el reconocimiento del indulto, el edil mantiene que "lo que hicimos está totalmente al margen de la política. Como familia nos hemos movido, con la ayuda de los abogados para pedir el indulto. Fue un trabajo bien hecho y la prueba es que ni el fiscal, ni el tribunal, ni la mujer se opusieron a la petición. Quizá porque también ellos valoraron que unos hechos como los que se le atribuyen a mi hijo no deberían tener unas consecuencias tan graves como para destrozarle la vida. Iba a darse el caso de que el acosador salió del problema con una multa mínima y mi hijo tenía mucho que perder". Arbesú se excusó ayer, a través de este periódico, por las declaraciones que efectuó en una televisión privada donde afirmó que su hijo "no tiene que pedir perdón a la mujer porque ella es la que ocasiona este problema, porque las cosas no fueron como dice". "Me obcequé, no pensé lo que decía, lamento mucho haberme expresado así", dijo el edil.

Por su parte, el abogado que representó a la mujer agredida, Ignacio Manso Platero, indicó ayer que "mi clienta no es culpable de nada", como ha tenido que oir en algunos foros, por haber favorecido el indulto. "No nos opusimos al indulto, que no es lo mismo. Cuando se nos dio traslado de la petición, ésta venía acompañada de muchísimas firmas, que esas sí eran de apoyo expreso, con membretes de partidos políticos como el PP o IU, de entidades sociales, de asociaciones locales, de colegios, de jefes y de mandos de la Guardia Civil. Pero nadie pide explicaciones a esas firmas de apoyo, se piden a mi clienta, que bastante ha sufrido esto". Sobre las razones últimas para expresar aunque sea de modo indirecto el perdón al guardia civil, Manso Platero indicó que "son muchas y diversas y ella no tiene porqué dar explicaciones. No puede resultar que la que perdona sea la culpable".

Precisamente a los hechos que ocurrieron aquel día de junio de 2011, a las 9.30 horas en un vagón de la línea de Renfe que acababa de salir de Gijón con destino a Oviedo, se refirió ayer el testigo que aportó su declaración en el juicio. El mismo que salió en defensa de la mujer recibiendo "varios golpes" del acosador que viajaba con el guardia civil. El testigo se reafirmó ayer en que "el guardia civil le reía las gracias" al joven que estaba molestando a la mujer y aseguró que las palabras que le dirigió eran "faltosas totales, subidas de tono, aunque como dije en el juicio yo tocamientos no ví. El guardia civil no dijo nada, yo no le oí; se reía y se veía que le hacía gracia lo que pasaba. No dijo nada, ni siquiera para decirle al otro que se estaba pasando".

Durante el día de ayer siguieron las reacciones por el polémico indulto. Un portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, indicó que el Gobierno está practicando un uso abusivo de esta figura legal y reprochó que dichas concesiones no vayan acompañadas de las explicaciones sobre tal concesión. Bosch reclamó una "reforma clara" de la ley del indulto, y mientras se produce el Gobierno debería aplicarlos atendiendo a "razones de utilidad pública y no partidista". Respecto a las vinculaciones políticas de muchas de las concesiones, el portavoz de Jueces para la Democracia confirmó que los estudios realizados demuestran "con claridad" que se indulta "especialmente a cargos públicos". "Da la impresión de que el poder se acaba perdonando a sí mismo". Por su parte la Fiscal Superior de Asturias, Esther Fernández, aseguró que si el Ministerio Público no se opuso al indulto fue porque la víctima estuvo de acuerdo.

La polémica por el indulto del guardia civil sigue encendida en el concejo de Lena. El alcalde del municipio, Ramón Argüelles (IU), pidió ayer públicamente disculpas "a la víctima y a todas las personas que hayan podido sentirse ofendidas" por haber firmado la petición para que se anulara la condena al funcionario, hijo del concejal popular Manuel Arbesú. En un comunicado, el regidor aseguró que había actuado "en todo momento guiado por los principios de buena fe y vecindad".

Ramón Argüelles aseguró que, en el momento en el que dio su apoyo al indulto, "sólo conocía el enfoque sobre el caso que nos había trasladado su familia pero, en modo alguno, el trasfondo del asunto, dado por probado en la sentencia condenatoria y que sólo ahora conocimos". El regidor retiró su apoyo a la anulación de la condena "que, insisto, una vez conocidos todos los extremos no comparto ni apoyo". "Tampoco lo mantienen ya otros reconocidos firmantes que, al igual que yo, confiamos en la palabra de un vecino", añadió.

Las reacciones a este llamativo suceso, que ha puesto en vilo al concejo, no se quedan en el equipo de Gobierno. El PSOE de Lena también ha querido tomar cartas en el asunto y el portavoz municipal, Víctor Manuel Fuentes, exigió ayer "la dimisión inmediata del concejal del PP". En este sentido, el socialista aseguró que "Arbesú ha tergiversado los hechos y muchos vecinos se sienten ahora engañados, después de apoyar la petición del indulto". Este hecho, matizó Fuentes, no justifica la firma del Alcalde: "Un representante municipal no puede, en ningún caso, firmar un documento sin leerlo antes", zanjó ayer el edil.