Oviedo, M. L. S.

La temporada de pesca en los ríos salmoneros asturianos finalizó ayer de la forma más pobre de los últimos años, pese a que en general el número global de capturas fue muy bueno. Para dar paso a la pesca sin muerte, que empieza hoy, solamente se echó a tierra un salmón. Lo consiguió en el Eo Laureano Alvarez Valiña, de Teverga, con un ejemplar que dio en la báscula 3,900 kilos y lo capturó en el pozo Fonte de Vide, del coto de Puente Nuevo, a cebo natural. Este río, el más occidental de Asturias, mantiene el permiso de pesca hasta el próximo día 31 de julio en su zona de Galicia, y a cebo natural, ya que así está establecido en las normas de la comunidad vecina. Sin embargo, en la otra comunidad fronteriza con Asturias por el Oriente, Cantabria, y con la que el Principado también comparte ríos, ya tiene cerrada su temporadas desde el pasado día 30 de junio y en sus ríos se sacaron 91 salmones.

El cambio de normativa adoptado por el Principado de Asturias, tras las alarmas de los primeros años de esta década, dio resultados positivos en cuanto al número de capturas y la lógica satisfacción de los deportistas, pero tiene el riesgo de que, evidentemente, disminuyen las reproducciones. Según las previsiones de los expertos, de los 4,800 millones de huevas embrionadas en el pasado ejercicio, el retorno de salmones adultos sería, en teoría, de 4.800 ejemplares, lo que significa que la supervivencia se reduce al uno por mil.