La temporada de pesca con muerte del salmón terminó ayer en los ríos asturianos con un total de 1.205 capturas, 370 más (un 31 por ciento) que el año pasado, que se cerró con 835. La cifra, aunque ligeramente inferior a la del 2012, es una de las mejores de los últimos años y, de alguna manera, parece constatar la mejoría de la población salmonera en los cauces de la región. El balance, dicen pescadores y especialistas, es "positivo" para una campaña que estrenó nueva normativa y en la que el cupo de peces por ribereño pasó de tres a cuatro. Todos los ríos, salvo el Eo, mejoraron sus estadística. El Narcea volvió a superar al Sella como el río más productivo mientras que en el otro extremo repitió el Esva. A partir de hoy y hasta el próximo 31 de julio, los ribereños podrán seguir pescando, pero únicamente en la modalidad de mosca sin muerte.

Los datos vienen a indicar una recuperación si se comparan los resultados con los registrados en 2009 y 2010, campañas que finalizaron con 356 y 251 capturas respectivamente y que dispararon la preocupación sobre la solvencia de la especie. Ahora, después de una temporada en la que acompañó el tiempo y pudieron aprovecharse mejor los días habilitados para la pesca, la percepción es diferente. "La cantidad que ha salido este año es buena. No es la que se obtenía en otros ejercicios, pero sí es una cifra considerable. Esto indica que hay salmones en los ríos y asistimos a una evolución estable", resume Joaquín Alperi, presidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial.

Y un vistazo a la estadística histórica anual de capturas confirma que, efectivamente, el número se mantiene estable en los últimos años, con una media anual cercana a los mil peces capturados si se rebobina cuatro años atrás. En el curso 2011 se pescaron 1.044 ejemplares, por 1.301 de 2012, los 835 del curso pasado y los 1205 de este ejercicio. Muy lejos, conste también, de las mejores épocas salmoneras en Asturias, como aquellos 6.893 salmones con la que se cerró la temporada de 1969 y los 6.542 peces que salieron en 1980 de los ríos de la región. "De un tiempo a esta parte ya no hay picos y valles tan pronunciados. Eso es que la evolución es buena", interviene Delfín Puente, que, matiza, habla en calidad de pescador después de presidir durante años la Real Asociación de Pesca Fluvial de Asturias.

"El balance es positivo. El año pasado ya fue bueno con los números que hubo. En 2010 se insinuó que el salmón se iba a extinguir, por decirlo así de fuerte, y se demostró que no fue así. Quizá en el mundo del salmón tengamos que ser menos agoreros. Somos muy pesimistas", señala Enrique Berrocal, presidente de la sociedad "Las Mestas del Narcea", río que cerró la temporada con 563 capturas (323 en 2013) por delante del Sella, que dio 392 peces ( 248 el año pasado). En tercer lugar quedó el Cares, con 157 (por 100 del curso anterior) seguido del Eo, con 53 (136 en 2013 y único cauce que desciende en capturas) y, finalmente, el Esva, que dio 41 peces por los 28 del año pasado.

Los pescadores consultados tienen opiniones distintas sobre la influencia de las nueva normativa en la cifra de capturas finales.Alperi y Delfín creen que las medidas de conservación están ayudando a que puedan darse estas cantidades. "Son buenas, pero lo mejor sería que se dejaran de sacrificar salmones. Tenemos que concienciarnos, acotar el río íntegramente y no permitir que el salmón desaparezca de Asturias", apunta contundente Delfín. Una postura de la que se aleja Antón Caldevilla, presidente de la sociedad El Esmerillón, de Cangas de Onís, partidario de alargar la temporada con muerte. "No es que haya más salmones, es que los que no se pescaron en abril (inicio de la pesca sin muerte), se juntan todos y se cogieron en mayo", añade.

"No hay riesgo de que los salmones se terminen, no hace falta ponerse drástico", señala Caldevilla, que cree que el balance de capturas tiene que ver con dos aspectos: un mayor número de salmones en primavera y unas condiciones climatológicas favorables que permitieron un mejor aprovechamiento de los días. "La normativa, con pequeños matices, está bien", apunta Berrocal, que este sábado organizará una reunión con los socios de su colectivo para proponer medidas ya para el año que viene. La temporada de pesca de salmón se inició en la región el pasado 16 de marzo con el primer periodo en la modalidad de sin muerte.