"Esto nos va a servir como catapulta", auguraba Julio Fernández, presidente de la asociación de apicultores de Boal, que aseguraba que el galardón es "un premio a todos esos vecinos que se niegan a que el pueblo muera" dice este vecino natural del pueblo boalés de Peirones.
Quien tampoco se perdió la celebración fue José Antonio Barrientos. El alcalde socialista solo tuvo palabras de agradecimiento para la comunidad vecinal. Barrientos ve el premio de "Pueblo ejemplar" como "una oportunidad para potenciar el sector gastronómico, turístico y cultural, especialmente de las pequeñas industrias de transformación agroalimentaria".
"Ya no hay excusa para que la gente sepa que Boal existe y que tiene mucho que ofrecer", afirmaba Fernando Rodríguez, presidente de la asociación de turismo Destino Boal, que se enteró del galardón en Valladolid y a media tarde ya estaba brindando, con sus paisanos y con sidra en el pueblo ejemplar de este año. De la misma opinión es Juan José López, presidente de Escudería Boal Competición, que recibió la feliz noticia mientras trabajaba. "Esperemos que sea un punto y seguido y que sea un aliciente para seguir trabajando al mismo nivel para situar a Boal en el mapa regional". Y "como una cosa así sólo pasa una vez en la vida", muchos vecinos como María Oliva García o Elisa Pérez ya tienen cita en la peluquería y una idea del ropaje que vestirán en tan distinguida ocasión.
