El procurador madrileño de familia asturiana Antonio María Álvarez-Buylla anunció ayer su renuncia como candidato del Senado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "por motivos personales". Además, presentó su dimisión como decano del Colegio de Procuradores de Madrid, cargo que llevaba desempeñando desde hacía ocho años.

Álvarez-Buylla, designado por el Partido Popular, era el primero en la lista aprobada por la Cámara alta para sustituir a Mercé Pigem, que renunció de su cargo como vocal en el CGPJ después de que se publicaran unas informaciones en las que se aseguraba que ella y su hermana habían sido sorprendidas el pasado mes de noviembre en la frontera de Andorra introduciendo dinero en efectivo en España que pasaba el límite legal, por importe de 9.500 y 10.500 euros, respectivamente.

El madrileño estuvo imputado por un Juzgado de Madrid por un supuesto delito de falsedad en documento público en grado de tentativa, al parecer, por alterar el estatuto del Colegio de Procuradores de Madrid. Fuentes judiciales explican que la causa podría seguir abierta y que éste podría ser el verdadero motivo que hay detrás de la renuncia del procurador, que no querría llegar al Consejo con estos antecedentes, que sabe no serían aceptados por su presidente, Carlos Lesmes; aunque, tal y como declaró el pasado mes de diciembre a LA NUEVA ESPAÑA, habían "desarrollado una gran amistad durante las reuniones semanales de la comisión de expertos" para la reforma de la ley del Poder Judicial en las que participaba. También en esa entrevista Álvarez-Buylla destacaba el auto que sobreseyó su causa y afirmaba que "había sido un error administrativo".

Tras su renuncia, el siguiente candidato a ocupar la plaza de Pigem es José María Macías Castaño, ex director general de Asuntos Contenciosos de la Generalitat de Cataluña.