"La gente no encuentra tantas soluciones en los Juzgados", aseguró ayer Carmen Trelles, vocal del Colegio de Abogados que coordina la base de datos de mediadores de la región, en la que se incluyen casi 250 profesionales, la mayoría letrados y psicólogos, pero también arquitectos y de otras ramas. Ejercen como mediadores sobre todo en asuntos de familia, como separaciones y divorcios, pero también en conflictos mercantiles. Carmen Trelles, junto a otros abogados y la profesora de la Universidad de Oviedo Margarita Fuente, que dirige un grupo de investigación sobre la mediación, y que ha formado a unos 300 mediadores, plantaron ayer mesas informativas en tres edificios judiciales de Oviedo en Llamaquique para explicar las bondades de este mecanismo que evita largos, costosos y extenuantes pleitos.

La iniciativa, con motivo del "Día internacional de la mediación", parte del grupo GEMME, una asociación europea de magistrados involucrados con este método de resolución de conflictos, que en Oviedo ha encontrado en la juez decana, Pilar Martínez Ceyanes, a su abanderada para implantarla en el partido judicial ovetense. El problema es que la mediación no cala en una sociedad apegada a la "cultura del litigio", en palabras de la profesora Margarita Fuente. "Somos belicosos, cuesta entender la cultura de la mediación, basada en el diálogo, la satisfacción de ambas partes", según Fuente, que preside además la Asociación Contra el Cáncer en Asturias.

A las mesas se acercaron ayer sobre todo profesionales del derecho, no muy convencidos aún de las bondades de la mediación. "Los abogados no están muy receptivos porque piensan que ya hacen mediación, cuando en realidad lo que hacen es negociación. Un mediador es un tercero neutral que trata de acercar posturas. El abogado defiende los intereses de una parte", indicó Margarita Fuente.

Sin embargo, ayer, quienes trataban de dar a conocer la mediación en los Juzgados eran en su gran mayoría abogados. "A los cursos que impartimos en la Universidad de Oviedo llegan letrados reticentes, pero van cambiando el chip y se hacen entusiastas de la mediación, y, cuando intervienen en una de ellas, actúan como mediadores y dejan la etiqueta de abogados", describió Margarita Fuente.

Carmen Trelles resumió lo que piensan algunos abogados acerca de la mediación. "Piensan que es una competencia, pero no es así. Van a seguir siendo asesores de sus clientes. Al final, tienen que ser los abogados los que redacten los acuerdos alcanzados en los procesos de mediación", aseguró.

Un mediador cobra entre 80 y 100 euros por sesión, aunque, en el caso de las mediaciones mercantiles, la cantidad suele multiplicarse por diez. El protocolo que se pretende implantar en Oviedo sería una mediación "intrajudicial". Siguiendo el texto legal de la mediación, los jueces pueden "invitar" a las partes en un litigio a una sesión informativa, en la que se les explica la posibilidad de recurrir a la mediación. Ya fuera del Juzgado se producen las sesiones para llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Posteriormente, el acuerdo se elabora y se remite al Juzgado para su homologación. Entretanto, se suspende el proceso judicial, que puede reanudarse si las partes no se acomodan.

"Al ser acuerdos tomados de forma reflexiva y responsable, las partes están convencidas a la hora de cumplirlos, con lo que se evitan los procesos de ejecución", aseguró Margarita Fuente. La profesora resaltó que en comunidades donde se ha implantado la mediación, la litigiosidad se ha reducido un veinte por ciento. En Oviedo, la mediación se aplica ya en los Juzgados de familia (Instrucción 7 y 9), así como en el Mercantil número 1. El Colegio de Abogados tiene además un servicio de intermediación hipotecaria que ha atendido ya 380 casos, con un 67 por ciento de acuerdos.