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Sotres pide auxilio

Los queseros tendrán que tirar "cientos de litros de leche" si no se retira la nieve que cerca el pueblo, alertan los vecinos

Los ganaderos de Sotres no aguantan más. Si el Principado no les ayuda hoy a quitar nieve para abrir el vial principal del pueblo, de Oeste a Este, tendrán "grandes dificultades", como describió ayer Tomás Fernández López, guarda del refugio de Urriellu y vecino de la localidad cabraliega. Necesitan "vertebrar el pueblo", pues recorrer un kilómetro con forraje a la espalda para cien o más vacas todos los días, por la mañana y por la tarde, no es tarea fácil ni agradable, y menos si se trata de personas mayores.

Éste no es el único problema al que se enfrentan los ganaderos locales. Todo el proceso productivo del queso cabrales se está viendo gravemente afectado por la acumulación de nieve durante los últimos treinta días. "Si mañana (por hoy) no está abierto, van a tener que tirar cientos de litros de leche por las alcantarillas", señala Fernández, que ha estado en continuo contacto con el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y el director de Interior, José Luis Villaverde, para informarles de la última hora en la localidad cabraliega. Si no les envían la maquinaria necesaria para retirar la nieve, tendrán "graves problemas dentro del pueblo con el ganado, la leche y el queso", describe el guarda del refugio de Urriellu. Las cuadras y las queserías no están juntas en Sotres y algunos profesionales pueden enfrentarse a un kilómetro de caminata o más. Eso "con dos metros de nieve y veinte litros de leche a la espalda es un problema grave", subraya Fernández antes de añadir que "a lo mejor no se puede quitar todo el lunes, pero hay que empezar como sea".

La acumulación de nieve en la localidad cabraliega está trayendo otros problemas a sus vecinos, que tienen tejados rotos y canalones, cables y chimeneas que suponen "un peligro para los viandantes". Fernández pide a los responsables regionales que aceleren "lo máximo posible" la ayuda y que la presten también en estos casos de viviendas donde es necesario retirar alguna tonelada de nieve. Y suerte que allá arriba (Sotres está a 1.050 metros de altitud) ayer hizo sol y así "la nieve se marcha lentamente. Si llueve u orbaya se pueden hundir muchos tejados, porque es tal la de toneladas de nieve que tienen encima que empapada se multiplica", describe el cabraliego. Un temporal de lluvia conllevaría, además, que los pueblos de la parte baja se inundarían, pues "el río crecería diez veces más. Sería catastrófico", añade. Los vecinos de Sotres han estado los últimos diez días con nevadas "muy fuertes", pero Fernández destaca que llevan casi treinta con espesores de un metro y similares. "Los problemas son para la ganadería. Los demás estamos bien", explica el guarda.

En cuanto a la carretera, ayer permanecía cerrada para los turistas desde Poncebos y la circulación se desaconseja, salvo casos urgentes. "Tiene dos metros de ancho y es un peligro, además de que en Sotres, hasta que no se abran las calles principales, es imposible dar la vuelta y habría un atasco fenomenal", apunta Tomás Fernández. Los aludes de nieve son quizás el mayor riesgo de transitar por este vial, en el que ayer por la tarde habría "más de treinta. Es un peligro inmenso", concluye el cabraliego, todo un experto ya en temporales de este tipo.

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