La "política verde" impulsada por la Universidad de Oviedo hace un lustro da frutos. La institución académica asturiana se ha colado en el primer tercio de la única clasificación que mide las medidas de sostenibilidad en 360 campus repartidos por todo el mundo. Además, obtiene un meritorio octavo puesto entre las españolas y alcanza el 62º a nivel internacional entre las que tienen recintos ubicados en entornos urbanos. La importante reducción en los consumos de electricidad y gas registrada desde que comenzó esta década está detrás de este meritorio resultado, junto con el incremento del reciclaje de materiales biodegradables. Por contra, el ahorro en agua sigue siendo la principal asignatura pendiente debido a la falta de renovación de los sistemas de canalización y las cañerías.
El "Greenmetric Ranking" es una clasificación elaborada por especialistas de la Universidad de Indonesia que analiza seis parámetros diferentes para conocer el grado de éxito de las medidas tomadas por las principales instituciones académicas a nivel internacional. Este pormenorizado estudio tiene en cuenta la situación y las infraestructuras con las que cuentan sus campus (el número de empleados, sus dimensiones y su relación con las superficies verdes), las políticas de sostenibilidad llevadas a cabo por los diferentes rectorados para reducir el consumo de energía y la emisión de gases, los programas de reciclado emprendidos para la gestión de los residuos, los planes para la optimización y la reutilización del agua, las inversiones realizadas para mejorar el transporte (número de vehículos que transitan por sus recintos o potenciación de carriles bici) y la puesta en marcha de cursos de formación para concienciar a profesores y estudiantes sobre la necesidad de cuidar el entorno.
Y la Universidad de Oviedo no sale mal parada en casi ninguno de los apartados analizados. En la clasificación general ocupa un honroso 123º puesto, es decir, se logra situar entre el 33 por ciento de las instituciones que mejor hacen sus deberes en esta materia, junto a la inmensa mayoría de las anglosajonas, paradigma internacional. En esta parte alta de la lista, que lidera la Universidad de Nottingham (Reino Unido), también se encuentran las españolas de Alcalá (posición 28ª), Autónoma de Madrid (33ª), Autónoma de Barcelona (44ª), Politécnica de Valencia (63ª), Zaragoza (89ª), Jaume I de Castellón (101ª) y Barcelona (110ª). Los tres últimos lugares son para la Universitas Pelita Harapan de Indonesia, la Universidad Celal Bayar (Turquía) y el Instituto Politécnico de Santarem (Portugal).
Las claves del buen resultado obtenido por la Universidad de Oviedo se encuentran, básicamente, en las políticas de ahorro iniciadas hace un lustro, buena parte de ellas gracias a las ayudas que llegaron a través del programa estatal "Campus de Excelencia", ahora congeladas por los recortes presupuestarios. Y, entre todas, destaca la fuerte reducción del gasto en energía eléctrica, con la puesta en marcha de un nuevo sistema de iluminación "led", con bombillas eficientes, instalado en varios campus en paralelo a un mecanismo que permite un mayor control en directo de la potencia destinada a cada instalación. Esta tarifa ha pasado de 20,2 millones de kilovatios por hora en 2012 a unos 17 el pasado año.
Además, el consumo de gas se ha reducido de manera notable, debido sobremanera a la reducción del ahorro en calefacción, hasta el punto de que ha pasado de 22,5 millones de kilovatios hora a 13,8 en tan sólo un bienio. Todo ello ha propiciado un descenso notable de las emisiones contaminantes de CO2. Más moderada en términos porcentuales ha sido la reducción de la tarifa del agua, que ha pasado de 202,9 a 120 miles de metros cúbicos en un lustro. La mejoría de la institución académica que aparece reflejada en el ranking internacional también se debe a la potenciación de actividades en favor de la conservación medioambiental. Por último, las amplias zonas verdes del campus de Gijón le han permitido ganar puntos en varios apartados.
