“No salgo de mi sorpresa”. La reacción de la alcaldesa de Avilés, la socialista Pilar Varela, a su citación para declarar como imputada en la “trama del agua” podría ampliarse al resto de los responsables políticos de todo signo que ayer accedieron a ofrecer su versión de los hechos. “De mal humor y enfadada, porque nuestro nombre y nuestro crédito está en cuestión y no sé por qué”, Varela dice que figura en la providencia de la juez por ir a Barcelona “a trabajar”. Otros lo llaman “viaje técnico”, para visitar instalaciones de la empresa Aquagest, y según los casos hay quien afirma haberse desplazado con amigos sin más trascendencia ni dar nada a cambio, pero nadie se explica su nombre en esa lista.

“Fui a Barcelona a trabajar”, persevera Pilar Varela. Según la secuencia de los hechos, narrada en la voz de la regidora, fueron “a un consejo de administración de Aguas de Avilés, una sociedad que creamos en 2009 y en la que hay seis consejeros de Aquagest y otros tantos del Ayuntamiento. Nos reunimos no menos de cuatro veces al año y siempre en Avilés. Aquagest nos propuso celebrar un consejo en Barcelona y pusimos como condición que no le costase nada al Ayuntamiento ni a Aguas de Avilés.

Fuimos a trabajar, volamos un día y volvimos al siguiente”. Varela, cuya sorpresa aumenta a la vista de que en la lista figura el concejal Teófilo Rodríguez, “que ni siquiera fue a la reunión”, dice no tener “ninguna preocupación”, aunque admite que las fechas le dan al caso una gran trascendencia política y lamenta su “indefensión”. “No puede haber tantas interferencias en la vida cotidiana de quienes nos dedicamos a gestionar el bien público”, remata.

Con similares argumentos se defiende el concejal y secretario general del PSOE de Avilés Luis Ramón Fernández Huerga. “Iremos al juzgado a explicar lo que fuimos a hacer a Barcelona, que fue trabajar”, asegura. Respecto a la posible repercusión política, el número dos de la candidatura socialista para las próximas elecciones, apunta que “nunca he dejado el sentido ético en la puerta del Ayuntamiento. Hace muchos años que me dedico al servicio público y mi intención es seguir haciéndolo. Mis vacaciones me las pago yo”, concluye. Mucho más escueto fue el alcalde de Gozón, Ramón Artime, del PP: “Ya le explicaré a la juez lo que le tenga que contar”.

El regidor de Siero, Eduardo Martínez Llosa, de Foro, se mostró ayer disconforme con el apelativo de “imputado” que contienen las diligencias de la juez y precisó que no tenía conocimiento oficial del auto. Dicho eso, afirmó estar “encantado de poder ir a declarar, de que de una vez por todas se deje de intentar mezclar a unos con otros, y de que cada uno esté en su lugar”. Con respecto a los hechos que le llevarán al juzgado, el regidor sierense se remite a lo ya declarado: “Yo ya lo dije públicamente, y lo vuelvo a repetir. En compañía de un concejal, Luis Vázquez, fuimos a Barcelona a visitar una empresa. Fuimos un día y volvimos al siguiente. A partir de ahí, ninguna relación con esta empresa ni ningún contrato firmado. Vuelvo a repetir lo que ya dije en el pleno: era una cosa pública, no nos escondimos”.

Vázquez, concejal no adscrito, se remitió a la carta publicada esta semana en LA NUEVA ESPAÑA en la que argumentaba en similares términos. “Se trató de un viaje técnico”, afirmaba allí, “de una visita como otras que se hicieron para atender las invitaciones hechas por varias empresas del sector que deseaban mostrar sus instalaciones a representantes del equipo de gobierno de Siero tras conocer que estábamos estudiando la posibilidad de externalizar el servicio de agua”.

Para el alcalde de Tineo, el socialista José Ramón Feito, es “surrealista” verse imputado en la “trama del agua” por el viaje que realizó a Barcelona en octubre de 2012. Feito incide también en que se trató de un viaje de trabajo al que él y el teniente de alcalde, José Luis Álvarez, fueron invitados por la empresa Aquagest para conocer las instalaciones de la compañía en la Ciudad Condal. “Era un viaje técnico”, aduce también Feito. “Fuimos a ver las instalaciones, asistimos a reuniones de gestión y además fuimos sólo un día”, explica. El regidor tinetense declara estar tranquilo y afirma con contundencia que “en ningún momento beneficié a la empresa. Es más, después del viaje se hizo una adjudicación de depuradoras que se llevó otra compañía, Aqualia”. Feito confiesa que nunca pensó que ese viaje pudiera ser constitutivo de delito y se pone a disposición de la magistrada para “responder a todas las preguntas”.

A José María Osoro, presidente del PP de Nava y concejal, no le había llegado ayer ninguna citación judicial, aunque reconocía que había tenido acceso al auto por otras vías. Dice no estar “preocupado” ni tener nada de qué arrepentirse. Admite una relación de amistad con Joaquín Fernández, exsecretario de comunicación del PP, imputado en el “caso Pokémon”, con el que, precisa, nunca hizo negocios de ningún tipo. Respecto al viaje que le conduce al juzgado, a Madrid en 2010, “sólo puedo confirmar que se trató de un viaje de amigos y conocidos, identificados todos con un mismo proyecto político” y que lo organizó “Joaquín Fernández para asistir al partido Real Madrid-Athletic de Bilbao y compartir un día juntos”. Osoro añade que los hechos ocurrieron cuando estaba en la oposición, por lo que se pregunta “en qué podía beneficiar” a la empresa.

Alfredo García Álvarez, exalcalde de Cangas de Onís y actual portavoz del Grupo Socialista, aseguró ayer, en la misma línea, que lo suyo fue “un viaje de amigos”. También se desplazó a Madrid, en su caso a ver un partido del Sporting en abril de 2012, cuando ya estaba en la oposición, junto a otro concejal del PSOE, José Antonio Fernández, y dos ingenieros de Aquagest con los que ambos mantienen una relación de amistad desde hace años. “Habíamos hablado de ir a ver al Sporting juntos muchas veces. Un día me llamaron para decirme que nos invitaban y, tiempo después, cuando ya habíamos organizado hasta quién llevaría el coche, nos dijeron que era mejor ir en avión. Reservaron un hotel muy normal cerca del Bernabéu, comimos juntos y pagamos a escote, vimos el partido y al día siguiente volvimos”, relató García. “Si yo hubiera sido alcalde o uno de los ingenieros el jefe de la empresa, quizá me habrían surgido dudas, pero creí inocentemente que era un viaje de amigos”, señaló el exalcalde cangués, que aseguró que no fue consciente de que el viaje lo había pagado la empresa “hasta muchos meses después”. Aseguró que tiene “la conciencia tranquila”.

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