La única garantía cierta de supervivencia del medio rural asturiano no es, según el presidente del Principado, Javier Fernández, "la añoranza nostálgica" ni convertirlo "en un parque temático" sino lograr una rentabilidad multiplicada con la adecuada conservación de los valores naturales.

Fernández se ha expresado así durante la presentación de la Estrategia de competitividad del sector primario y desarrollo del medio rural asturiano, elaborada por un grupo de expertos encabezados por el profesor de la Universidad de Oviedo, Felipe Fernández, que analiza la actual coyuntura agrícola y ganadera y plantea medidas concretas para asegurar su futuro.

El documento, elaborado en colaboración con empresarios, sindicatos, responsables del sector forestal o productores ecológicos, plantea, a partir de diez ejes de actuación, un total de 135 medidas concretas a desarrollar en los próximos años.

Así, entre las cuestiones a afrontar figura la necesidad de afrontar una simplificación de la burocracia a la que se enfrentan agricultores y ganaderos -las propias de cualquier empresa más las relacionadas con la propiedad de los terrenos o el manejo de animales- a partir de una mejor coordinación entre administraciones.

Además, plantea la necesidad de mejorar los servicios públicos en las zonas rurales a partir de criterios comarcales con el objetivo de frenar el declive demográfico dado que, según Fernández, los equipamientos no pueden ser "un privilegio urbano".

En el ámbito del sector forestal, el documento plantea como objetivo formar una comisión dentro del Consejo Forestal que en tres años identifique y deslinde los montes pro indivisos y constituya sus juntas gestoras así como definir objetivos concretos de producción para los cultivos silvícolas.

Para el jefe del Ejecutivo, esta línea de actuación debe centrarse además en el desarrollo de la biomasa, cuya utilización como recurso energético irá en aumento y cuya explotación adecuada contribuiría a la creación de empleo, la limpieza de los montes y la captación de dióxido de carbono.

La necesaria mejora de la competitividad a la que aspira el documento requiere además aumentar el tamaño de las explotaciones dificultado por cuestiones como el minifundismo, la falta de títulos de propiedad o la carencia de infraestructuras, un objetivo que Fernández ha admitido que no puede lograrse en una legislatura, pero que no admite "más demoras" para afrontar un problema "de siglos".

La estrategia plantea además iniciativas como la recuperación para pastos de 40.000 hectáreas ocupadas ahora por matorrales en montes de utilidad pública, reforzar las concentraciones parcelarias y promover el uso de terrenos en situación de barbecho social a través de la bolsa de fincas rústicas.

El presidente del Principado, que ha advertido de que la pérdida del medio rural supondría para Asturias renunciar a una de las grandes fortalezas para "tejer" un nuevo tramado económico, ha incidido además en la necesidad de seguir reclamando del Gobierno central que tenga en cuenta las singularidades y las condiciones orográficas y geográficas que condicionan al campo asturiano.

"Este documento es una guía realista con propuestas para ayudarnos a trabajar, pero sin ensoñaciones. Si queremos garantizar el futuro de nuestro medio rural, aseguremos su rentabilidad", ha concluido Fernández durante la presentación del documento en el Palacio Conde de Toreno de Oviedo.

Al acto han asistido, junto a la consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, y el presidente de la Junta General, Pedro Sanjurjo, una amplia representación del sector agrícola y ganadero asturiano entre la que figuraban empresarios y dirigentes de organizaciones sindicales agrarias.