El turismo extranjero, que bate récords a nivel nacional desde hace un par de años, no acaba de repuntar de verdad en Asturias ni siquiera en esta Semana Santa, en la que la región ha registrado los mayores índices de ocupación desde el inicio de la crisis. El porcentaje de clientes foráneos de miércoles a domingo en los hoteles asturianos se quedó en el 5% del total, lo que significa tres puntos menos que en el mismo periodo de 2014, cuando ya fue poco más que testimonial, según confirman fuentes del sector.

A juicio de los profesionales, la atracción de turismo internacional sigue siendo la gran asignatura pendiente del sector asturiano. Es también uno de los grandes retos para consolidar en verano unos resultados como los de esta Semana Santa o para que no decaiga la tendencia al alza que se ha dejado notar en el primer trimestre del año y que ha permitido a los establecimientos hoteleros abordar la primera subida de precios desde la crisis.

"La gente de fuera apenas viene a Asturias en Semana Santa porque son pocos días, la oferta de conexiones aéreas es muy baja y, además, tampoco permite que los extranjeros hagan escapadas de fin de semana por los altos precios de los aviones y porque no hay servicios directos", apunta Daniel García, vicepresidente de la Unión Hotelera de Asturias. Lo cierto es que las perspectivas en este sentido de cara al verano tampoco son demasiado halagüeñas. Y es que Asturias volverá a tener la cartelera internacional de vuelos más baja de toda la franja cantábrica. Se limita a París, Londres, Lisboa y Ginebra, en este último caso solo para los meses de julio y de agosto. Cantabria, por poner el ejemplo más cercano, casi triplica esa oferta merced a un acuerdo con Ryanair por el que abona cuatro millones de euros cada año. Los convenios con las aerolíneas que están firmando la patronal y las Administraciones públicas asturianas, que suponen un desembolso anual que ronda los 2,7 millones de euros, no se centran en destinos que fomenten la atracción de visitantes para la región, sino en rutas vacacionales para los asturianos.

Pese a la caída del turismo extranjero, el sector turístico regional realiza una valoración "muy positiva" del resultado de la Semana Santa, con una ocupación que superó el 90% en los concejos con un mayor tirón para los visitantes. Además, las patronales del sector también destacan como el repunte, que ya se deja notar desde comienzos de año, ha permitido una recuperación al alza en los precios de las estancias que Fernando Corral presidente de la Unión Hotelera de Asturias y portavoz de las tres principales asociaciones del sector en la región, califica de "fundamental para la rentabilidad de unos negocios que, con la crisis, habían ajustado al máximo los precios manteniendo el nivel de calidad".

Tras el "éxito" de la Semana Santa, y pese a las carencias en materia de comunicaciones, las perspectivas que maneja el sector asturiano para el puente del 1 de mayo y para el verano son positivas. No obstante, Corral tampoco esconde cierta preocupación por las consecuencias que se pueden derivar de un resultado electoral en las elecciones autonómicas de mayo que ponga en riesgo la gobernabilidad de la región o que retrase más de lo que suele ser habitual la formación de un nuevo Ejecutivo. "Hay actuaciones de promoción y de atracción turística que están pensadas o en marcha y que se pueden venir abajo si se produce una situación de ingobernabilidad en la Junta General; ya pasó una vez recientemente y la verdad es que se nota mucho", subraya.

Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural, confirma que su sector cerró ayer la mejor Semana Santa de los últimos años, con una ocupación que, según sus cálculos, se movió en torno al 85%, lo que significa 15 puntos más de lo previsto y confirma que hubo un buen número de reservas de última hora y escasas cancelaciones. "Ha sido muy importante que en esta ocasión no hubiese predicciones meteorológicas negativas, que echan para atrás", tercia Covadonga Vigil, directora de la Escuela Universitaria de Turismo, quien también destaca el hecho de que, tras varios años de crisis, "la gente está perdiendo ese miedo a gastar que le hacía quedarse en casa". A partir de ahora, para la directora de la escuela universitaria, lo importante es que "estos buenos datos de la Semana Santa se consoliden de cara al verano, pese a las dificultades que les ponemos a los extranjeros para llegar aquí".

"El tiempo nos acompañó, pero la ocupación que hemos tenido también demuestra que las campañas de promoción que se han hecho desde la Administración autonómica, desde los ayuntamientos y desde las propias empresas han surtido efecto", subraya Corral. A su juicio, otro de los aspectos que explican el buen resultado obtenido en esta Semana Santa reside en la creación de productos específicos de temporada que han tenido una buena acogida por parte del público. En el caso concreto de Oviedo cita la iniciativa "el bocado del cofrade", pero también destaca otros eventos gastronómicos, el creciente tirón de los actos religiosos y de las procesiones en Oviedo, Avilés y Villaviciosa, o la gran cantidad de público que se acercó a visitar la nave histórica que estuvo atracada en Gijón. "Tener actuaciones complementarias, eventos culturales, deporte o citas gastronómicas es fundamental para que la gente venga, y en esta Semana Santa se ha demostrado", afirma Corral.

A la hora de aventurar qué puede pasar en verano, Berdasco lo desvincula el buen resultado de la Semana Santa. "Ya hubo otras muy buenas y luego el verano fue horroroso" apunta. El presidente de la federación de turismo rural sostiene que para su sector la masificación resulta negativa: "No podemos querer que esto lleno; tenemos que centrarnos en la calidad y no en la cantidad".