"El caballo de Troya para una tutela judicial efectiva es la imposición de las costas" por su carácter "disuasorio" para el ciudadano, subrayó ayer José Ramón Chaves García, magistrado especialista de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en el discurso con el que fue recibido como académico de número de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia. El juez, que ha desarrollado buena parte de su carrera judicial y docente en el Principado, disertó sobre el tema "Versiones y perversiones de los criterios de imposición de costas en lo Contencioso-Administrativo" y fue desgranando con detalle las "graves disfunciones" que presenta la legislación en este campo. A su juicio, lo grave del caso estriba, entre otras cuestiones, en que la "indefinición" puede hacer que muchos ciudadanos, ante un "escenario de incertidumbre" opten por no acudir a la justicia por la imposibilidad de conocer cuál puede ser la cuantía de las costas.

Chaves puso énfasis en aclarar que la imposición de las costas "es una indemnización y no una penalización", por lo que no se pueden aplicar como si lo fuera. Además, criticó que los pronunciamientos de costas "están blindados y son de muy difícil impugnación". De la decena de "perversiones" citadas, el magistrado gallego responsabilizó con gotas de humor y fina ironía a legisladores, magistrados y letrados, mientras que, de cara al futuro, abogó por una vuelta a "la temeridad, pero aplicada más generosamente".

Leopoldo Tolivar Alas, catedrático de Derecho Administrativo y presidente de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia, fue el encargado de contestar al discurso del juez Chaves. El acto se celebró en la sala de vistas del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), con la asistencia de numerosos profesionales del Derecho.