El Ministerio de Fomento exigirá, de acuerdo a lo previsto en la normativa legal, las responsabilidades en que haya incurrido la empresa constructora del último tramo asturiano de la A-8 (Pendueles-La Franca) tras los hundimientos que obligaron a realizar cortes de tráfico en febrero en un trazado que había sido inaugurado el pasado mes de diciembre.

En su respuesta a una pregunta del diputado de IU por Asturias, Gaspar Llamazares, el Gobierno indica que estos cortes se corresponden con la aparición de una disolución cárstica (dolina), muy frecuente en el oriente asturiano, debido a la existencia de numerosas cavidades de tipo cárstico, dada la naturaleza caliza y las condiciones climáticas.

Llamazares había preguntado también por las medidas para subsanar estas deficiencias e impedir otras en el futuro, cuestión a la que Fomento responde asegurando que las incidencias que ocurren en las obras, y en general en la red viaria, "se subsanan con las medidas técnicas adecuadas a los problemas que van surgiendo".

El parlamentario de IU había registrado estas preguntas en marzo para denunciar, además de las deficiencias que mantuvieron cortado el segundo de los carriles del sentido Santander entre el túnel de Santiuste y Buelna, las existentes en el puente que cruza el río Cabra como un socavón en el punto en el que esta estructura conecta con la caja de la A-8.

Llamazares había advertido además de los argayos registrados en el entorno de la autovía que los vecinos de Buelna han contabilizado en más de una decena, circunstancia que también se ha producido en la ladera de Villasola.