La abogada que defiende los intereses de la chica naviega grabada en actitud sexual durante las fiestas de San Timoteo de 2010 y víctima posteriormente de la difusión no consentida de esas imágenes en las redes sociales y mediante aplicaciones de teléfono móvil ha solicitado a la juez que instruye el caso abierto para depurar responsabilidades por la publicidad dada al vídeo que impute al menos a otras siete personas, lo cual elevaría la cifra de investigados a treinta.
La letrada se basa para hacer tal petición en las declaraciones que esas personas hicieron a la Guardia Civil cuando los agentes de la Benemérita les tomaron declaración. Según sostiene la abogada, los aludidos "admitieron haber compartido el vídeo, por lo que se antoja extraño que unos hayan sido imputados y éstos otros, no". Por un simple principio de equidad, la representante legal de la indeseada protagonista del polémico vídeo confía en que la juez atienda su petición, que podría extenderse incluso a una cifra mayor de sospechosos, pues la Guardia Civil entrevistó durante sus pesquisas a un centenar de personas supuestamente relacionadas con la difusión de las imágenes "y aún no he podido revisar todos los testimonios", precisó la letrada.
La abogada también presentó a la juez de Luarca un escrito de oposición al aplazamiento de la toma de declaraciones a los 16 imputados que residen en el partido judicial de Valdés, que estaba fijada para mañana, jueves, pero que fue suspendida la pasada semana hasta nuevo aviso debido a que la magistrada quiere resolver primero los diversos recursos que se acumulan sobre su mesa en el sentido de pedir la desimputación de varios encausados e incluso el sobreseimiento del caso.
La abogada, por último, expresó su contrariedad por la actitud de algunos de los abogados que defienden a imputados: "Lamento que hayan optado por defender atacando", manifestó. Uno de esos abogados, Jorge Suárez, llegó a plantear a la juez la conveniencia de que, dado que a la romería de San Timoteo acuden menores de edad, sopesase la posibilidad de analizar si acaso la entrega a prácticas sexuales al aire libre y en las inmediaciones del prao de la fiesta podría ser constitutivo de un delito de exhibicionismo.
