El secretario general de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, prometió ayer en Gijón que si llega al Gobierno reformará el Estatuto de los Trabajadores y dará marcha atrás a la reforma laboral del PP, porque "lo que para Rajoy es crear empleo, para nosotros es explotación laboral". Sánchez, que arrancó la campaña electoral arropando al presidente Javier Fernández, que aspira a la reelección, arremetió contra el PP, al que acusó de haber "aprovechado la crisis para su propio beneficio" y criticó su reforma fiscal "que beneficia a los que más tienen". "Mi compromiso es no subir ni un céntimo de euro más a las clases medias y bajas, y que los que nunca fueron austeros, que empiecen a serlo por obligación", afirmó, y acusó a Ciudadanos de pretender subir los impuestos a las rentas más bajas, y a Podemos de apoyar la amnistía fiscal aprobada por el gobierno de Syriza en Grecia.

Sánchez, que se mostró convencido de que Javier Fernández conservará el Gobierno regional porque "le avala su gestión", criticó a los populares por congratularse de que los conservadores hayan ganado las elecciones en el Reino Unido. "Lo presentan satisfechos, como si fuera un éxito suyo, cuando en el Reino Unido un partido que hubiera aprobado una amnistía fiscal como la de Rato y Bárcenas habría dimitido", afirmó.

Sánchez arrancó la campaña en el gijonés barrio de Ceares, en un polideportivo lleno de candidatos y fieles agitando banderines, en el que el primero en tomar la palabra fue el aspirante a la Alcaldía de Gijón, José María Pérez, que propuso guardar un minuto de silencio por la última víctima de violencia de género. Tanto José María Pérez como Pedro Sánchez centraron buena parte de su discurso en los problemas que afectan a las mujeres, a las que Sánchez prometió una ley de igualdad salarial para acabar con las "brechas" frente a los varones, y fijar cuotas de representación femenina en los consejos de administración de las empresas.

Javier Fernández fue el encargado de cerrar el acto, con un discurso en el que no ahorró pasión y vehemencia para reclamar para los suyos el voto de los ciudadanos. "He sido candidato dos veces, tuve éxito y fracasé, no tengo miedo ni a lo uno ni a lo otro, y por eso puedo hablar claro", afirmó. "Por eso puedo decir a los que piensan que su dinero habla más alto que las voces de la gente y confunden sus intereses con los intereses de España que no toleraremos la corrupción. Si no combates la corrupción acabas formando parte de ella", afirmó Fernández, para exigir después al Gobierno del PP que "descorra el velo" y publique la lista de la amnistía fiscal, que es "la repera patatera". "No es un delito publicarla, es un delito no publicarla. Y si no lo hacen, digo que ese partido no solo es un peligro para los derechos sociales, es un peligro para la salud de la democracia". Fernández criticó la "libertad de educación" que pide la candidata del PP, Mercedes Fernández, "que lo que realmente quiere es una educación elitista, y que apuesta por el modelo sanitario de Madrid, donde los hospitales están más cerca del negocio del ladrillo que de la salud de los madrileños".

Tuvo también palabras para los partidos emergentes, como Podemos, que "venían a asaltar los cielos y ahora están pidiendo cita en palacio", y aseguró que su opción es la de la auténtica izquierda. "La gente sabe distinguir entre la derecha, que les da una realidad áspera, sin esperanza, y el populismo, que ofrece esperanza sin realidad. Nosotros ofrecemos esperanza y realidad", aseguró, para culminar, ante el entusiasmo de su auditorio, reivindicando la historia de su partido: "hace 138 años un puñado de trabajadores fundaron el PSOE para luchar contra la desigualdad y el miedo. Esa gente es nuestra gente, es nuestra fuerza, para ganar".

José María Pérez, menos apasionado en su discurso, defendió la recuperación de Gijón "para la solidaridad", frente "al rencor" que a su juicio enarbola la actual alcaldesa, Carmen Moriyón. "Ha traído incompetencia, crispación, bronca permanente, desidia y desigualdad. Hay que cambiar Gijón para seguir cambiando Asturias". Pero no todo fueron palabras de aliento y energía electoral: antes del acto, la Asamblea de Trabajadores en Lucha corearon consignas contra el PSOE, que "también privatiza".