Treinta millones de euros. Ese es el coste que estima el Principado para mejorar el trazado y atajar con varias actuaciones la alta mortalidad que presenta el tramo de la carretera de Santander (N-634) que va de Lieres (Siero) a Arriondas por Nava e Infiesto. Se trata de la vía con mayores índices de siniestralidad de la región. Plagada de curvas, acumula cerca de medio centenar de víctimas mortales en lo que va de siglo, pese a que la apertura de los tramos centro-orientales de la Autovía del Cantábrico han reducido de forma muy notable el nivel de tráfico, sobre todo de camiones. "Esta carretera es una asesina en serie", resume el alcalde naveto, Emilio Ballesteros, que viene reclamando de forma insistente una actuación integral en una ruta que es de titularidad estatal.
El tramo de la N-634 de Lieres a Arriondas mide 42 kilómetros y los principales "puntos negros" se sitúan en las inmediaciones de Montecoya (Piloña), en las curvas de Ceceda (Nava), en el tramo que va de Lieres a Nava, en el trazado de Infiesto a Villamayor, y en las travesías urbanas de esta última localidad y de Sevares, también en el concejo piloñés. Los técnicos que han analizado la situación para el Gobierno regional defienden el acondicionamiento general de todo el trayecto, de forma que se convierta en una vía de altas prestaciones. Para ello, y dentro de esa actuación cuyo coste se estima en 30 millones de euros, resultaría necesario acometer variantes de población en Villamayor y en Sevares, cambios de trazado allí donde el actual es más sinuoso y una mejora del estado del firme.
Todo ello, a juicio de los expertos del Principado, no solo permitiría mejorar la seguridad circulatoria, sino que también recortaría la longitud actual del tramo en 4 kilómetros, gracias a los cambios de trazado. En consecuencia, el tiempo de recorrido se reduce de forma considerable. Si conducir hoy de Lieres a Arriondas por la N-634 ocupa una media de 36 minutos, con las variantes y las modificaciones planteadas el desplazamiento se quedaría en un cuarto de hora.
A juicio de los técnicos que han estudiado el tramo, los principales cambios en el trazado se concentrarían entre Infiesto y Arriondas, entre otras cosas porque en esa zona se ejecutarían las variantes de población de Villamayor y de Sevares. No obstante, también se plantea la mejora del trazado sinuoso entre Soto de Dueñas y Arriondas, la erradicación de curvas entre Nava e Infiesto, en la zona de Ceceda y en Montecoya, escenarios durante los últimos años de un buen número de accidentes con víctimas mortales.
La intensidad del tráfico en el tramo de la carretera N-634 de Lieres a Arriondas es muy variable. El nivel máximo se sitúa a la salida de Nava en dirección a Oviedo, con unos 15.000 desplazamientos diarios, y baja a a algo más de 8.000 entre Infiesto y Arriondas.
Además de la mejora de la seguridad, el informe realizado para el Ejecutivo autonómico subraya que la mejora de la carretera de Santander por el valle del Piloña resulta imprescindible para "consolidar" el eje interior de comunicación del Oriente de la región, aunque la actuación que se plantea no es suficiente como para que la N-634 pueda convertirse en una alternativa al itinerario costero de la Transcantábrica. En todo caso, sí que se apuntan beneficios económicos y sociales derivados de la reducción del tiempo actual de recorrido.
Un estudio redactado por el Gobierno central, cuando el socialista Josep Borrell era ministro de Infraestructuras de Felipe González, recomendaba la duplicación de la calzada de la N-634 entre la capital sidrera y Lieres, coincidiendo con la construcción de los tramos centro-orientales de la Autovía del Cantábrico, cuya construcción culminó el pasado mes de diciembre. Sin embargo, aquella iniciativa fue cayendo poco a poco en el olvido.
