Los profesores de la enseñanza concertada despidieron hoy la legislatura, a falta de pocos días para las elecciones, con un "muy deficiente" a la Consejera de Educación.

No es que haya fallado en los exámenes, aseguran los sindicatos siguiendo el símil docente, sino que lleva tres años de pasotismo con esa porción educativa asturiana que supone trabajo para unos 2.700 docentes y matrícula para unos 31.000 escolares.

Los sindicatos con representación en el sector protagonizaron una larga pitada esta tarde en la plaza de España, en Oviedo, a las puertas de la Consejería, para denunciar "tres años de prepotencia e incumplimientos de todo tipo".

No fueron muchos los congregados, apenas unos doscientos, pero la protesta tenía significado más allá del número. El tira y afloja entre la administración educativa asturiana y la enseñanza concertada en la región (afecta a unos 70 colegios, la mayoría promovidos por instituciones religiosas), fue constante y creciente. Hubo polémica hace dos años a la hora de firmar los nuevos conciertos con vigencia para cuatro cursos, y la concertada apareció con frecuencia en los debates de la Junta General para incomodidad de la Consejera.

Sobre la mesa, asignaturas pendientes que Ana González va a dejar para la persona que la sustituya en el caso de que no repita. Una es la equiparación de sueldo de los profesores que dan clase en los dos primeros cursos de la ESO en relación con sus compañeros de tercero y cuarto. "Desde el año 2010 tendrían que estar cobrando lo mismo. En estos momentos, y a pesar de las reiteradas peticiones por parte de los sindicatos, no solo no se abonan los atrasos, sino que ni siquiera se actualiza la nómina", se dijo en la lectura del comunicado que puso fin a la concentración.