Fernando Alonso nació en Madrid, estudió en Inglaterra y creció en Estados Unidos. Sin embargo, sus raíces están en Grado, de donde era su abuelo. La pasión por los aviones se la inculcó su padre, al que define como "aviador frustrado". "Me llevaba a ver aviones a Barajas y yo los veía como algo mágico. Te metías ahí dentro y aparecías horas después en otra parte del mundo. Eran máquinas que conectaban a la gente y a mí eso me fascinaba. Siempre lo tuve claro. Es un sueño hecho realidad", aseguraba para este diario. Pese al accidente del sábado, ese sueño debe continuar. Su compañía ha anunciado que continuará con la producción del A400M. El grupo europeo tiene previsto entregar durante este año un total de catorce unidades, incluyendo las dos que desde enero se integraron en las flotas militares de Reino Unido y Malasia.