Vuelco electoral en Oviedo y la alcaldía que se le escurre de entre los dedos a Agustín Iglesias Caunedo. En medio del descalabro general de su partido en España, el PP mantuvo en la capital asturiana el número de concejales (11) que en 2011 había logrado Gabino de Lorenzo. Sin embargo, serían insuficientes para atajar la suma de las fuerzas de la izquierda con los 6 de Somos, los 5 del PSOE y los 3 de Izquierda Unida. Esta presumible unión, de la que ayer ya se mostró partidario el socialista Wenceslao López, despojaría a Caunedo del bastón de mando y serviría en bandeja la Alcaldía a Ana Taboada, de Somos, que sería la segunda mujer en manejar los destinos políticos de la ciudad. También aparece por primera vez en el Consistorio el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, que coloca a Luis Pacho y a Luis Antonio Zaragoza como concejales. Había satisfacción ayer en el campamento de la formación naranja, instalado en un hotel de la calle Calvo Sotelo.

Sale de estos comicios como estrella la abogada Ana Taboada. Apunta a alcaldesa al frente de Somos, la agrupación de electores que surgió tras negar Podemos su marca para las elecciones municipales. Taboada y los suyos lograron su propósito (presentarse) el día que se llegaron al registro municipal con 5.000 firmas. De ahí, a conseguir 20.514 votos, el 19,09% de los sufragios y situarse como segunda fuerza por detrás del PP.

En su regreso a la política activa 36 años después de su última experiencia en unas elecciones, Wenceslao López cosechó el peor resultado de la historia socialista en la ciudad, cinco concejales. Sin embargo, su papel se presenta clave para su objetivo de desalojar al PP después de 24 años.

El batacazo de la noche fue el de Foro. Carolina Morilla, incapaz de enderezar la cadena de despropósitos que se encontró al llegar a última hora tras la dimisión de José Antonio Caicoya. Sólo recogió menos de 5.000 votos. Ningún concejal.