"Esperamos que Somos Oviedo y el PSOE nos llamen mañana [por hoy] a primera hora, porque eso significará que tienen muy claro el objetivo". O dicho de forma aún más clara: "A partir de mañana [por hoy] las tres fuerzas de izquierda de Oviedo tienen la obligación de sentarse a negociar para sustituir al Partido Popular en el gobierno de Oviedo".

Así de nítidos se manifestaron ayer Roberto Sánchez Ramos y Alejandro Suárez -cabeza de lista y responsable de Izquierda Unida en la capital, respectivamente-, en su demanda de un pacto inmediato que ponga fin a 24 años de hegemonía conservadora en Oviedo. Sánchez Ramos se mostró dispuesto a hacer valer sus tres concejales para dar un giro radical a la gestión del Ayuntamiento. Y exigió prisa a las dos formaciones con las que puede configurar una mayoría. "No se puede perder ni un minuto en obedecer el mandato de cambio de los ciudadanos", urgió. Los resultados de las urnas "nos han situado ante un compromiso histórico". Un desafío que, según Sánchez Ramos, consiste en que "la izquierda tiene que gobernar, tenemos que hacer un programa para llevar a cabo ese cambio".