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Subvenciones para un aeropuerto sin aire

El Principado destinará dinero público para captar vuelos a Italia y Alemania con el objetivo de paliar la caída en picado de la oferta internacional desde hace una década

Subvenciones para un aeropuerto sin aire

Dinero público para que los aviones al extranjero remonten el vuelo. El Gobierno regional, que hasta ahora se había mostrado renuente a los acuerdos con aerolíneas, pretende firmar en las próximas semanas un convenio con Volotea para engordar la esquelética programación internacional de Santiago del Monte. Será con la apertura de enlaces estivales a Alemania y a Italia a cambio de un contrato de promoción turística dotado con 3,9 millones por cuatro años. La opinión de los expertos y la experiencia en las comunidades vecinas demuestran que, para una región como Asturias, con poco más de un millón de habitantes, una población envejecida y una actividad económica no excesivamente dinámica, resulta casi imposible contar con una cartelera exterior que vaya más allá de Londres y París unos cuantos días a la semana sin una subvención, más o menos encubierta, por el medio.

La situación actual. La oferta internacional del aeropuerto es la más reducida de todo el Norte, pese a que este año Asturias va a pagar 2,7 millones a las aerolíneas en distintas subvenciones. El Principado abona cerca de 400.000 euros anuales por la conexión con Londres, en la que se han venido aplicando recortes, y tiene ultimado el concurso para adjudicar un convenio que le permita captar rutas a Italia (Bérgamo o Venecia) y Alemania (Munich o Fráncfort) a cargo, salvo sorpresa, de Volotea. No será barato. El acuerdo es de 3,9 millones y obliga a la adjudicataria a fletar un mínimo de 216 enlaces de ida y vuelta a estos dos países hasta 2019. Eso sí, en el acuerdo también se incluyen varias actuaciones de promoción turística de la región.

Además de Londres, la cartelera actual de Santiago del Monte se completa con los dos enlaces semanales a París de Vueling, los seis de TAP a Lisboa y la conexión de Easyjet con Ginebra, limitada a los meses de julio y de agosto. El contrato para captar rutas con Alemania e Italia servirá para incrementar la cartelera del aeropuerto y está bien visto por los expertos. Sin embargo, no cubre la gran prioridad marcada en el plan de desarrollo de Santiago del Monte, aprobado por el comité de coordinación aeroportuaria. El documento establece como objetivo principal lograr una conexión con un gran centro de distribución de vuelos ("hub") europeo, a cargo de una compañía de prestigio, que permita enlaces directos con cientos de destinos por todo el mundo. Es algo que no puede ofrecer Volotea, ya que solo opera en pequeños y medianos aeropuertos.

La sangría de vuelos. Asturias ya tuvo hace años un servicio de este tipo: el enlace con el aeropuerto Charles de Gaulle de París que prestaba Air France y que llegó a contar con hasta tres enlaces diarios de ida y vuelta. Todo un lujo que se esfumó en marzo de 2012, dentro del proceso de recortes que acometió la aerolínea gala para tratar de reducir sus multimillonarias pérdidas. La mitad de los aproximadamente 65.000 pasajeros que movía anualmente Air France entre la región y París enlazaban con otros destinos, sobre todo, Nueva York, Toronto y Shangai.

La salida de la compañía gala supuso un duro golpe para la internacionalización de Santiago del Monte, pero no fue el único ni el primero. Asturias se pudo convertir entre 2003 y 2004 en la gran base del Norte de España de Ryanair, "gigante" mundial del vuelo barato que ahora tiene una notable presencia en Santander y que prepara un gran desembarco en Vigo. La Cámara de Comercio de Oviedo y la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), con Severino García Vigón al frente, tenían cerrado un acuerdo para la implantación de la compañía que preside el peculiar Michael O´Leary en la región. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico, presidido por el socialista Vicente Álvarez Areces, no mostró especial interés en el asunto y Cantabria acabó adelantándose. Hoy, la cartelera internacional en el aeródromo santanderino de Parayas casi triplica a la de Asturias. El Principado paga 2,7 millones al año a aerolíneas y Cantabria 4 a Ryanair.

El acuerdo con Easyjet. Tras la indolencia con la compañía irlandesa, el Ejecutivo autonómico se centró en captar vuelos de bajo coste a través de la británica Easyjet. La Administración y esta aerolínea suscribieron un acuerdo en 2005 para que la región contase con oferta de vuelos "low cost" con Londres y con Berlín. La compañía cumplió con la ruta inglesa, pero no así con la germana, a la que Easyjet acabó renunciando tras varios meses de tira y afloja con el Principado, que luego intentó, sin éxito, que Air Astur fletara vuelos a Alemania. El fracaso de esta aventura empresarial dio al traste con ello.

A pesar del acuerdo con el Principado, Easyjet no sólo ha medito tijera en la ruta londinense. También ha limitado su conexión con Ginebra a la temporada alta de verano y, además, en enero de 2014, se salió por sorpresa de la línea con Lisboa, cuando tenía en marcha campañas de promoción conjuntas con el Gobierno regional.

La línea fue recuperada, sin ningún tipo de subvención, por la compañía portuguesa TAP, que ofrece desde Lisboa un buen número de enlaces internacionales a los viajeros asturianos, fundamentalmente a destinos brasileños y africanos. El Ejecutivo portugués parece dispuesto a privatizar al menos parte de la aerolínea y el grupo Globalia, propietario de Air Europa, ha sonado con fuerza como posible comprador.

La conexión con Bruselas. Tras haber estrenado su primer enlace internacional en 1989, el de Londres, y el segundo, el de París, en 1995, Asturias inauguró en 2004 una tercera conexión foránea, la de Bruselas, a cargo de Air Nostrum. Cerró en 2011, en pleno contencioso de la compañía con el Principado a cuenta del hipotético incumplimiento del convenio que tenían suscrito. No se ha recuperado desde entonces, a pesar de las continuas reivindicaciones de la nutrida colonia asturiana en la capital comunitaria. Vueling, la compañía que se ocupa ahora de la conexión con París, ofrece un billete combinado desde el Principado a Bruselas, con vuelo hasta la capital gala y desplazamiento en tren de alta velocidad a la ciudad belga.

La caída en picado. Otro notable retroceso en la conectividad internacional de Santiago del Monte se produjo con el abandono de Air Berlín, compañía que volaba de Asturias a Palma con enlaces directos en la capital balear hacia decenas de destinos europeos, fundamentalmente germanos y suizos. El servicio despegó el 1 de noviembre de 2006 y cumplió su último viaje en octubre de 2013.

En pleno debate sobre la escasez de vuelos internacionales en el aeropuerto, Asturias dejó pasar de largo por segunda vez la alternativa de Ryanair en 2013. La aerolínea de O´Leary se había implantado un año antes en Santiago del Monte con vuelos baratos a Madrid, Barcelona y Canarias. Tras varios meses de operaciones, en los que permitió a la terminal pegar un notable estirón en el número de viajeros, decidió abandonar. La versión oficial aludía al encarecimiento del combustible y a la subida del precio de las tasas aeroportuarias en España. Sin embargo, fuentes oficiales de la compañía consultadas por este diario confirmaron que "la actitud" del Gobierno asturiano para con Ryanair "no ayudó" a mantener, al menos, parte de los vuelos.

Pocos meses antes del anuncio de abandono, O'Leary había anunciado que su objetivo era ampliar la presencia de la compañía en Asturias con más vuelos a Inglaterra y a los países escandinavos. Sin los aviones de Ryanair, Santiago del Monte entró en picado y hubo meses en que llegó a perder hasta tres de cada diez viajeros, concentrando las mayores caídas de pasajeros de España.

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