Asturias es la quinta comunidad autónoma más contaminada de España. Así lo revela un informe realizado por Greenpeace bajo el título "Radiografía social del medio ambiente". La ONG identifica más de 400 puntos negros en todo el país, de los cuales quince se corresponden con la región. Entre ellos destacan las centrales térmicas de Aboño, Narcea, Lada y Soto de Ribera por su alta polución. Por debajo del Principado se sitúan País Vasco, Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón. Por contra, las comunidades mejor posicionadas son La Rioja, Navarra y Comunidad de Madrid, aunque ninguna de ellas consigue llegar al aprobado.

En la radiografía que Greenpeace hace de Asturias se identifican como aspectos negativos que más del 80 por ciento de la energía proceda en la actualidad de fuentes no renovables y que el Principado sea la segunda región que más utiliza los herbicidas, un producto específico para eliminar las malas hierbas. En relación al sector de la agricultura, la organización considera prioritario que el gobierno regional elabore un plan de acción para la conservación de insectos polinizadores, como pueden ser la abeja, la avispa, la mariposa y la polilla. Asimismo, el documento se posiciona en contra de la incineradora de residuos de Serín y de los planes urbanísticos de Navia y Llanes.

Greenpeace tampoco se olvida de los cambios que se están produciendo en la costa asturiana a causa del cambio climático. Como ejemplo pone la pérdida de playas y dunas, así como los daños materiales por el aumento de los temporales. Por otra parte, la ONG también hace una radiografía del sector forestal y califica de "incomprensible" la desprotección que sufren los bosques en el Principado. En este sentido, dice el texto "sólo el 0,23 por ciento de la superficie cuenta con un plan de ordenación".

Sin embargo, el ámbito que más preocupa a la ONG es el industrial. A la cabeza de este tipo de polución está Gijón, que según un estudio internacional, en 2030 pasará a integrar la lista roja de la contaminación europea. Greenpeace critica la obra del puerto de El Musel por ganar 140 hectáreas a la mar y sufrir pérdidas económicas de 5,9 millones de euros el año pasado.