La crisis está dejando exigua a las plantillas de agentes de la Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local en Asturias. Los recortes presupuestarios y de tasa de reposición han reducido los efectivos en una media de un 10% con la crisis, según los datos que barajan los sindicatos de los cuerpos y fuerzas de seguridad en la región. Una merma que se agrava en los meses de verano, cuando se producen las vacaciones estivales y una baja laboral se puede convertir en un drama para quien hace los cuadrantes de trabajo. El malestar entre los agentes se acrecienta porque, según coinciden en señalar sindicatos de los distintos cuerpos, la eficiencia y la eficacia que demuestran los resultados de la baja delincuencia en Asturias se explican por el esfuerzo personal sin reconocimiento económico alguno. Y para seguir.
Sólo entre 2011 y 2012 la plantilla de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en Asturias se redujo en 124 agentes. De la cifra total, el cuerpo policial perdió 73 agentes, y el instituto armado, 51. Esta cifra, las últimas oficiales y públicas que se conocen, no han mejorado desde entonces. Más bien al contrario. Las plantillas envejecen y de momento no se ve que haya número suficiente de sustitutos.
Los efectivos de la Guardia Civil en el Principado suman un total de 1.977 agentes, de todas las especialidades y empleos, cuando antes de que estallara la crisis se situaban en el entorno de los 2.200, según las cifras que maneja la Unión de Guardias Civiles (UniónGC).
Los agentes de la Guardia Civil pueden pasar a la reserva con 56 años, y a la jubilación con 65. "Más de la mitad de los que se pueden ir solicitan quedarse, porque el recorte económico en su salario es enorme, ya que dejan de percibir los complementos correspondientes a la especialidad, turnicidad, etcétera. Recortes que pueden suponer hasta 500 euros al mes en algunos casos. Y en lo menos afectados se sitúa, como mínimo, en una rebaja de 150 euros", explicó Ramón Rodríguez, secretario General de la UniónGC en Asturias.
A esto hay que sumar las bajas laborales, que en el caso de la Comandancia de Gijón supera el 10%, cuando la media de la Guardia Civil se sitúa en el entorno del 6,5%. "Esto es otro handicap. A la disminución de la plantilla, que podría ser mayor si todo el mundo se acogiera a la reserva, y las bajas laborales, el número de efectivos para estar en la calle es muy bajo. La elevada media de edad y la baja tasa de reposición ha supuesto reducir los efectivos en la región aproximadamente un 10%, afirmó Ramón Rodríguez.
La situación es similar en el Cuerpo Nacional de Policía. Matías Castaño, secretario general del SUP, explicó que "falta plantilla en todos los grupos operativos y de gestión. Cumplimos a rajatabla los objetivos que se fijan, pese a la reducción de recursos humanos y económicos".
Pero esto se consigue, según Castaño, "gracias al esfuerzo de los agentes. No se pagan horas extraordinarias y se intenta resarcir con horas libres, pero no siempre es posible porque como falta personal es muy difícil hacer los cuadrantes. No se conceden permisos y el malestar se incrementa en las comisarías. La eficacia es muy buena, pero la eficiencia disminuirá por la falta de efectivos, y la culpa será política, por la falta de una apuesta clara y una tasa de reposición adecuada".
El Cuerpo Nacional de Policía, con unos 1.500 agentes, también tiene el paso a la segunda actividad sin destino, una especie de prejubilación a los 55 años. A esto se suma que es muy difícil que lleguen nuevos policías, porque los grandes núcleos de población tienen prioridad, y la baja conflictividad en Asturias es, al parecer, un factor que juega en contra de la reposición de efectivos.
Asturias tiene 1.238 policías locales. Según el sindicato de la Policía Local FSP-UGT de Asturias, dentro de dos años y medio, en 2018, 654 superarán los 50 años, es decir, el 55% del total. Jesús Villa, secretario general del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA), mostró un estudio que indica que más de 35.000 asturianos de 24 municipios carecen de policía local. Harían falta más de 300 agentes para lograr el ratio de 1,5 por cada 1.000 habitantes que marca la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
El Gobierno estudia ahora regular la jubilación anticipada de los policías locales, lo que significa atender a una antigua reivindicación, lo que no implica un incremento de las plantillas.
