El Ministerio de Fomento pondrá en marcha entre el 1 de julio y el 30 de noviembre, como prueba piloto, el plan de desvío voluntario de tráfico pesado de las carreteras convencionales a las autopistas de peaje, como la del Huerna .

El plan se hará en seis tramos de carretera, con una longitud total de 326 kilómetros -frente a los 16 tramos y 1.300 kilómetros que Fomento barajó inicialmente a finales de febrero pasado-.

Fomento calcula que el plan podrá beneficiar a más de 1,3 millones de camiones de cuatro o más ejes, según señala hoy en un comunicado.

Los tramos elegidos son León-Campomanes, Villalba-Villacastín, Dos Hermanas-Jerez Norte, Lleida-Montblanc, Rubena-Armiñón y Puxeiros-Porriño Frontera portuguesa.

La medida, que se ha acordado hoy con la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), supone que los transportistas puedan cambiar su itinerario habitual por las carreteras nacionales allí donde tienen la opción de ir por una autopista de peaje y que el ministerio bonifique hasta el 50 % de la tarifa.

Los transportistas proponían en un principio una vigencia del plan de un año a fin de comprobar la estacionalidad, la climatología o el volumen de tráfico, que finalmente se prolongará sólo hasta el 30 de noviembre, ya que, según la CETM, el acuerdo que tiene Fomento con las concesionarias de las autopistas finaliza ese día.

Fomento considera, según fuentes ministeriales, que cinco meses son suficientes para poder evaluar la utilidad del plan, aunque han reconocido que también hay que ajustarse al presupuesto asignado al proyecto, que asciende a 10 millones de euros.

La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha lamentado hoy el carácter "poco ambicioso" del plan, al que sólo podrán acogerse menos de un tercio de los vehículos y de las carreteras inicialmente previstos. En concreto, en torno a 27.000 vehículos, según los cálculos de esta patronal.