Según una nueva resolución de la Consejería de Sanidad, a partir de septiembre, el personal médico y sanitario de los hospitales deberá encargarse de atender las necesidades pedagógicas de aquellos menores que, por asuntos de salud, se encuentren hospitalizados durante el curso. Para ello, las familias elevarán al hospital correspondiente una solicitud, indicando las necesidades de sus hijos en materia de deberes, exámenes y ejercicios diversos, en la cual dejarán claro asimismo que no hacen responsables a los médicos de los resultados académicos. El consejero del gremio señaló que los niños no dejan abandonado el curso escolar al ingresar en un hospital.

Intuyo la perplejidad de muchos de ustedes. No parece normal que el personal sanitario de un centro hospitalario desarrolle determinado tipo de funciones. Y además? ¡vaya! ¡Pero si hay personal docente que se ocupa de ellos en las aulas hospitalarias!

Pues bien, las consejerías de Educación acaban de publicar una resolución por la cual, a partir del próximo curso, el profesorado de los centros educativos deberá hacerse cargo de atender las necesidades sanitarias de su alumnado. Previa solicitud de las familias, los docentes? ¿daremos pastillas?, ¿pondremos inyecciones? Eso sí, la familia será la responsable última, no implicando por tanto la norma responsabilidad alguna derivada de esas actuaciones para el profesorado. Con muy buen criterio, la consejera asturiana ha señalado que los niños no dejan sus enfermedades fuera cuando van al colegio.

Interesante. ¿Y qué opina de eso el presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP)? ¡Pues oiga, le parece una medida estupenda! Verán: o, como parece razonable, dotamos "a los colegios e institutos de personal sanitario, como hacen cada vez más los centros privados y los públicos en algunos países" (entrevista en LA NUEVA ESPAÑA del 6 de junio), o que lo hagan los profesores. ¿Y saben por qué va a recaer en los profesores? Salimos más baratos.