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Una multa de 1.000 euros y una máquina fatal

Tráfico sanciona a un joven de Siero por dar positivo en cocaína y anfetaminas, consumo que niega una analítica del HUCA

Celestino Fernández, con la denuncia y los resultados de la analítica. L. MURIAS

Una multa de 1.000 euros y seis puntos del carné. Ésa es la sanción impuesta por Tráfico a Celestino Fernández Rodríguez, un joven de Siero que el pasado lunes dio positivo en cocaína, anfetaminas y metaanfetaminas. El problema es que, según él, no consume drogas. Ni siquiera fuma tabaco. Y ahora se ve envuelto en un "follón de recursos, analíticas y en manos de un abogado para demostrar que la máquina tenía que estar mal". No sólo es que no sea consumidor de estupefacientes, es que una analítica de orina que le practicaron el martes en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) dio negativo en cualquier sustancia.

Celestino Fernández, Tino, se levantó el pasado lunes por la mañana, desayunó, se arregló y cogió el coche para dirigirse a Oviedo. Hacía unos días que había vuelto a casa tras acabarse su contrato de trabajo en la central nuclear de Trillo. El lunes tenía un par de entrevistas e iba a entregar su currículum en varios sitios "a ver si hay suerte".

Al llegar a una de las glorietas en Pola de Siero, la Guardia Civil de Tráfico le paró y le informó de que se estaba haciendo un control de vigilancia por consumo de drogas. "El agente me preguntó si tenía inconveniente y le dije que por supuesto que no. ¡¿Cómo me iba a imaginar que daría positivo?!", relata el joven.

"Me dieron como una especie de rasqueta para que la pasara por la lengua y los lados de la boca, lo hice y me dijeron que tenía que esperar ocho minutos. Cuando pasó el tiempo el agente me dijo que le acompañara a su vehículo, y al decirme que había dado positivo le dije que era imposible, que aquella máquina tenía que estar mal porque yo no consumo drogas. La respuesta fue que era alemana y que funcionaba bien".

Tino Fernández solicitó entonces a los agentes que le llevaran al hospital y que le practicaran análisis de sangre. "Me dijeron que si iba tenía que pagar allí mismo, en el hospital, algo más de 100 euros. Me sonó rarísimo, porque en todo caso los pagaría si doy positivo". Lo hiciera o no, el joven se sometió a una segunda prueba. "Me mandaron meter como una piruleta en la boca durante unos minutos y, luego, la metieron en un tubo y la precintaron. Dijeron que la mandaban a Barcelona a analizar. ¿A Barcelona? ¿Y quién me asegura a mí que no se puede manipular eso, o que hay un error y se confunden con otra y se mantiene el positivo?", preguntó al agente, para lo que no obtuvo respuesta. "Luego, me querían dejar el coche inmovilizado en la glorieta, a lo que me negué en rotundo. ¿Abandonarlo en la vía pública? ¿Qué seguridad vial es esa? Finalmente aceptaron ir hasta la Pola". Pero "pese a la amabilidad de los agentes, me fui con la multa de 1.000 euros y seis puntos del carné".

A partir de ese momento, empezó el periplo: visitas a médicos, seguros, mutuas... "lo que hiciera falta para informarme bien". Tino Fernández fue a su médico de cabecera, que al conocer lo sucedido lo envió al HUCA, donde le practicaron un análisis de orina en el que todos los parámetros dieron negativo. "No podía ser de otra manera. En la central de Trillo hacen controles aleatorios, todos los días, de consumo de drogas y de alcohol. Nunca he consumido", insistió. También explicó que se hizo los análisis de orina porque "es el método más fiable para saber si has consumido. En cocaína, por ejemplo, diez días después se seguiría dando positivo, mientras que en sangre dura dos o tres días; y el cannabis da positivo durante un mes. Lo sé porque llevo dos días que no hago otra cosa más que informarme para saber y defenderme".

El joven fue también a las oficinas de Tráfico en Oviedo. "Dos veces tuve que ir. La primera me dijeron que tenía que esperar a que llegasen los análisis de Barcelona. La segunda, ya llevaba yo los resultados de los que me había hecho en el HUCA, y entonces me dijo el supervisor que presentara un recurso. Eso es todo".

Tino Fernández denuncia no sólo el daño y el trastorno que se le ha causado, también "la indefensión a la que te enfrentas. Es evidente que sólo se va a recaudar, porque a lo mejor uno que consumió el sábado el lunes ya no da positivo y yo que no consumí sí. Y no se plantean que la máquina pueda fallar. Hay más personas en mi situación", añadió, animándoles a que denuncien.

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