A la izquierda, terraza de una cafetería de los bajos de El Molinón; a la derecha, imagen de la avenida de Castilla durante la tormenta y una tienda de Ramón y Cajal inundada.

Una impresionante tromba de agua arreció ayer, a eso de las seis de la tarde, sobre gran parte de la ciudad de Gijón. La tormenta duró apenas unos 15 minutos pero provocó numerosos daños materiales en comercios, domicilios y establecimientos de hostelería. La fuerte lluvia generó, además, grandes problemas en el tráfico. La zona oeste y vías principales de la ciudad, como la avenida de Castilla o Pablo Iglesias, se vieron anegadas por el agua, que llegó incluso a arrastrar a algunos vehículos que se encontraban estacionados. La Agencia Estatal de Meteorología registró valores significativos de hasta 25 litros de agua por metro cuadrado en su estación de Viesques. La tormenta colapsó también la autopista "Y" durante poco menos de media hora y provocó numerosos desperfectos en toda Asturias.

La tromba obligó a cerrar al público varias horas algunos establecimientos de hostelería. Pero no sólo afectó a los bares. El Grupo Covadonga fue una de las entidades más castigadas por la tormenta. "Se nos ha inundado por completo el pabellón verde. También hemos tenido problemas en las canchas de tenis y en las piscinas. Las alcantarillas no daban abasto", explicó Enrique Tamargo, el presidente de la entidad deportiva. El gijonés aseguró que el equipo directivo del Grupo se vio obligado a pedir a última hora de la tarde personal de refuerzo a una empresa de limpiezas para poder continuar hoy su actividad "al menos al 90 por ciento".

A pocos metros de estas instalaciones deportivas, en los bajos del estadio de El Molinón, varios establecimientos de hostelería tuvieron que cerrar sus puertas durante algún tiempo para poder achicar agua. "Entró un montón de agua por la puerta. Hemos tenido que bajar muchos automáticos y vamos a perder mucha mercancía que teníamos guardada en las cámaras frigoríficas", aseguró Chema Noval, dueño de uno de estos locales. El empresario y el resto de propietarios de negocios de la zona esperaban ayer a última hora de la tarde la visita del perito del seguro para valorar los daños.

El agua invadió también otros negocios, como la tienda de ropa Academy, situada en la calle Ramón y Cajal. "Se inundó el patio y tuvimos que cerrar una planta, nos provocó una avería muy gorda porque hay mucha ropa que quedó inservible", relató ayer a última hora de la tarde, mientras intentaba limpiar los últimos restos de la tormenta, Orlando Fernández Miranda, propietario del establecimiento.

Pero la tromba se cebó sobre todo en La Calzada, y en la calle Brasil y aledañas sus efectos fueron muy espectaculares. "Llovió quince o veinte minutos sin parar. El agua llegaba por las ventanillas de los coches", aseguró Daniel Gómez, vecino de la zona.