Luz y taquígrafos sobre los 700 contribuyentes que se acogieron a la amnistía fiscal. Esta fue la exigencia que planteó ayer el líder de la FSA, Javier Fernández, durante su discurso en Madrid en el acto de proclamación de Pedro Sánchez como candidato del PSOE. Como telón de fondo de esas palabras está el caso del exsindicalista José Ángel Fernández Villa, pieza clave del socialismo asturiano durante tres décadas y expulsado de la organización tras descubrirse que se había acogido a la amnistía fiscal en 2012 y que tenía 1,4 millones de euros que no habían sido declarados a Hacienda.

"En política o se combate la corrupción, o se pasa a formar parte de ella", defendió Javier Fernández que anunció la expulsión inmediata de Fernández Villa tan sólo horas después de que trascendiera, por una información periodística, que el antiguo peso pesado de la FSA había regularizado más de un millón de euros en la amnistía fiscal promovida por Cristóbal Montoro, coincidiendo prácticamente con las últimas movilizaciones de la minería asturiana. El secretario general de los socialistas asturianos considera que el Gobierno central está obligado a divulgar la identidad de los contribuyentes que se apuntaron a la amnistía fiscal. "En España hoy se sabe que hay una lista de más de 700 personas, con patrimonios ilícitos y el presidente del Gobierno ha dicho que en un país serio publicar una lista como ésa sería un delito", incidió Javier Fernández, que tiene una visión diametralmente opuesta a la del Gobierno del PP. "En una democracia asentada el delito es callarla, es un delito de silencio, es un delito de cobardía", aseveró ante un enardecido cónclave socialista.

Javier Fernández defendió que su partido tendrá que luchar "contra el miedo mediático, demoscópico y político" que, a su juicio, proyecta el PP "hacia la radicalización del PSOE". El secretario general de la FSA admitió que no es una estrategia nueva por parte de los populares. "El miedo siempre ha sido el instrumento favorito de la derecha para crear hegemonía social. Por eso Rajoy crea miedo oficial, de diseño, hecho a medida, para luego presentarse ante los miedosos como la única fuerza política capaz de frenar la amenaza que los atemoriza", indicó.