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Mondoñedo, la autovía de la "vergüenza"

Mondoñedo, la autovía de la "vergüenza" G.G.

Los vecinos y empresarios de la zona son, junto a los conductores, quienes sufren las molestias por los continuos cortes de la A-8. Un ejemplo es la hostelera María Jesús Amieiro Fernández, que regenta un restaurante a la vera de la nacional 634 que en los días de niebla ve multiplicado su tráfico. "Me parece una tomadura de pelo lo que hicieron, gastándose el dinero de todos los contribuyentes y ejecutando un proyecto absurdo, que ya sabían que daría problemas", resume la hostelera. Y añade que "los operarios de las excavadoras, cuando estaban haciendo la obra, no veían el cazo" debido al fenómeno meteorológico.

Para Amieiro, los criterios técnicos no prevalecieron a la hora de planificar y ejecutar la obra. "Creo que había intereses económicos. Ya sabemos que poderoso caballero es Don Dinero. Los políticos no saben gobernar, está visto", asevera tajante. Asimismo, considera "absurdo" que se vaya a realizar, una vez ejecutada la autovía, un concurso de ideas: "Lo deberían haber hecho antes de gastarse el dinero, no ahora". Y asegura, medio en broma medio en serio, que la solución pasa por "dinamitar la autovía; está claro que esto no funciona".

Se dice que, al preguntarle a los mayores de la zona, suelen responder que la niebla aparece en la Xesta 366 de los 365 días que tiene el año. Cuenta Alfonso Cabanas, que lleva décadas en la localidad de Sasdonigas, a escaso medio kilómetro del alto, que la niebla "siempre estuvo ahí, siempre se conoció así esta zona". Tiene entendido que los encargados del proyecto fueron avisados por vecinos de esta situación, y lamenta que no se haya tenido en cuenta este aspecto a la hora de hacer realidad el proyecto.

"La nacional está a 540 metros de altitud, y ahora, la autovía, la pasaron a 700. Si esperábamos que las nuevas carreteras estuviesen en mejores condiciones, aquí pasó lo contrario"; recalca, al tiempo que considera que "el perjuicio, más que para los de aquí, es para el señor que pasa por la zona, y sobre todo para los camioneros, que están trabajando y sufren fuertes molestias".

"La autovía la trazaron por un sitio muy malo, por el lado equivocado. Ahora, está abierta cuatro días al año", incide Antonio Marful, que apura un vino en un bar al lado de la antigua nacional junto a su amigo Benedicto Iglesias. Son vecinos y conocedores de la zona, y no dudan en calificar de "vergonzoso" el trabajo realizado por Fomento. "Sobre el papel, en una mesa, se hacen muy bien los proyectos, las obras. Pero pasarlo a la realidad es otra cosa, se complica. Los que saben de verdad es la gente de la zona, y siempre se opusieron a esta opción", explica Marful. Benedicto Iglesias destaca "lo peligrosa y mala" que es la opción de la nacional, que causa "problemas serios" a los conductores. Ambos dudan de que un falso túnel, una de las medidas propuestas, pueda ser una solución real al problema.

A pesar de todo, en Mondoñedo también se ve y se analiza la otra cara de la moneda del problema, la positiva. Es la que favorece a los comerciantes y hosteleros locales, que notan cómo el tránsito continuo de vehículos por la nacional hace que decenas de viajeros decidan hacer un alto en el camino en Mondoñedo, cuando, de estar abierta la autovía, lo más fácil es que pasen de largo. "Nosotros hemos notado un descenso importante desde que se inauguró la autovía, y a mi, a nivel profesional, me interesa que la cierren periódicamente porque tengo más clientela", reconoce María Jesús Amieiro.

Alfonso Cabanas también cree que la situación puede tener su efecto positivo en el pueblo. "Mucha gente se dejará caer ahora a comprar, por ejemplo, las famosas tartas, o el pan, que aquí lo tenemos muy bueno, excelente".

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