Una delegación colectivo de Trabajadores en lucha han ocupado este martes durante unos minutos los escaños del Hemiciclo de la Junta General del Principado acompañados de un grupo de diputados de Podemos, encabezado por Emilio León. Allí, ocupando los puestos que normalmente ocupan los diputados y miembros del gobierno han gritado "que viva la lucha de la clase obrera".

La "ocupación" momentánea del Hemiciclo se ha producido momentos antes de que se produjese la reunión de la plataforma que aglutina a personal de una veintena de empresas afectadas por cierres o reestructuraciones con el grupo parlamentario de Podemos, al que han advertido de que "estarán muy vigilantes de su labor en la Junta".

Así, el portavoz de la Asamblea de Trabajadores en lucha, Marcos Antuña, en su intervención en la Cámara ha asegurado que "estarán muy vigilantes con los diputados de Podemos". "Haremos el papel de poli malo. Os vigilaremos aún más porque sois de los nuestros", ha dicho, Antuña, aunque ha mostrado su confianza en el grupo parlamentario.

Y es que Antuña ha indicado que "es lamentable" que en la Cámara asturiana nunca se haya oído la voz de la calle y de los trabajadores ni se hayan oído las críticas a los empresarios cuando llevan a cabo cierres y despidos improcedentes.

Además consideran que lo ocurrido estas semanas con el debate sobre las retribuciones de los diputados demuestra que "sólo hablan de lo de ellos". "No entienden que las cosas han cambiado, ellos siguen con su mascarada y ante nuestras quejas sólo encontramos indiferencia", ha indicado Antuña, que ha lamentado que diputados que se dicen "de izquierdas defiendan únicamente lo de ellos".

Emilio Leçón por su parte ha asegurado que es "un honor" que los miembros de la plataforma puedan estar dentro del Hemiciclo. "Para nosotros es un honor que estéis aquí porque estamos con vosotros, no con ellos --en relación al resto de grupos parlamentarios--", ha dicho León.

El también diputado de Podemos, Kike López, ha aventurado que el resto de grupos considerarán "una payasada o un postureo" este acto, pero ha asegurado que "ya no les importa porque ya apenas les quedan insultos por oír".