El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicó ayer la resolución por la que se declaran bienes de interés cultural (BIC) 31 hornos de cal de tipología tradicional que aún se mantienen en pie en la región. La cal fue elemento fundamental durante siglos en la elaboración de morteros y blanqueo de paredes, el abono de tierras y los usos siderúrgicos y químicos.

Los 31 hornos, que pasan a ser elementos protegidos a todos los efectos, se ubican en los concejos de Taramundi, Vegadeo, Castropol, El Franco, Tineo, Salas, Belmonte, Grado, Morcín, Oviedo, Gijón, Carreño, Villaviciosa, Ribadesella y Llanes. En algunos casos, su grado de conservación es muy pobre, al estar en desuso desde hace mucho tiempo.

Entre los caleros (o caleiros) seleccionados hay seis cuya tipología es de marcha intermitente, los más tradicionales, ligados a la economía autárquica y de subsistencia del mundo rural asturiano.