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La desidia política impidió al Camino del Salvador ser Patrimonio de la Humanidad

Peregrinos a ambos lados del Pajares intentaron inútilmente durante años que la Junta de Castilla y León declarara la ruta bien de interés cultural

Iglesia de Santa Cristina de Lena. J. R. SILVEIRA

Unos no lo entienden; otros creen entenderlo y lo lamentan. Entre la perplejidad y el enfado, los amigos de la Ruta Jacobea se han quedado con las ganas de que el llamado Camino del Salvador, que une León y Oviedo, fuera incluido en la declaración de Patrimonio Mundial para los Caminos del Norte, título concedido el pasado domingo por la Unesco en su sesión plenaria celebrada en Bonn a varios trazados.

"Es una ruta con mucha historia y con muchísima documentación. Hace años que peleamos por ella, pero no hubo forma con la Junta de Castilla y León", asegura Laureano García, presidente de la Agrupación de Asociaciones del Camino del Norte.

Para empezar: la Unesco no lo incluyó porque no formaba parte de la candidatura, en la que sí estaban el camino costero, el Camino Primitivo por el interior de Asturias, y el ramal que conducía a los peregrinos al monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria.

La razón fundamental es que el ramal leonés del Camino del Salvador no está incluido como bien de interés cultural, dentro del apartado de vías históricas. Sí lo está el ramal asturiano, desde Pajares hasta Oviedo, que va a ser víctima de una situación en la que se entremezclan cuestiones políticas de difícil justificación. La Unesco pide que cualquier candidatura ya goce de un riguroso estatus de protección local y nacional. Parece lógico.

Enfado y desolación se respiraba ayer entre los componentes de la asociación Camino de San Salvador, que agrupa a seis localidades leonesas directamente implicadas. Su presidenta, Charo Arias, recuerda que "es un camino documentado desde la Edad Media. Desde que se fundó nuestra asociación en el año 2003 hemos pasado del cero al cien a costa de mucho esfuerzo". En Asturias tienen unos socios del alma, los miembros de la Asociación Astur Leonesa, dirigidos por José Luis Galán. Todos coinciden en que el Camino del Salvador tiene entidad más que suficiente para haber sido incluido en el Patrimonio Mundial. Lo malo de quedar descolgado ahora es que las posibilidades de recuperar la ocasión perdida son ya muy remotas.

El Camino del Salvador es más frecuentado de lo que se cree. Miembros de la Asociación Astur Leonesa del Camino de Santiago preparan para septiembre la ruta, que celebrará los 25 años de la entidad, según recordaba a este periódico Julio del Valle, de 66 años, uno de los andarines que se preparan para la pequeña aventura que comenzará en León y que terminará en la catedral de Oviedo.

"La Junta de Castilla y León se vuelca en el Camino Francés, para él van todas las subvenciones", aseguran desde los seis ayuntamientos leoneses del Camino del Salvador, entre ellos La Robla, Pola de Gordón y Villamanín. Hay un claro sentimiento de discriminación, agrandado ahora tras la decisión de la Unesco.

Asturias se muestra cauta. Fuentes de la Consejería de Cultura confirmaron que la ruta León-Oviedo no había sido incluida en la candidatura por cuestiones de "índole política" interna entre la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos leoneses implicados. Laureano García, presidente de la agrupación de asociaciones del Camino del Norte, habla de un "contrasentido".

"La Junta de Castilla y León tiene una publicación sobre caminos históricos en su territorio y el primero en la lista es el Camino del Salvador", argumenta. Pero después no apostaron por él a pesar de que desde hace nueve años que lleva cocinándose en los despachos la candidatura de los Caminos del Norte. No hubo voluntad política.

El Camino del Salvador (o de San Salvador) tiene 125 kilómetros. En el kilómetro 59, saliendo de la capital leonesa, se encuentra el Canto la Tusa, la cota de mayor altitud, con algo más de 1.500 metros. Pajares llega poco después, con una altitud de 1.400 metros. Se pasa por una veintena de localidades. El esfuerzo municipal leonés por mejorar la infraestructura de esta ruta ha sido decisivo en esta última década. Entre León y el Pajares funcionan ocho albergues, con un total de 415 plazas, aunque bien es verdad que casi el noventa por ciento de ellas están en León ciudad. Hay albergues en Cabanillas, La Robla, Buiza de Gordón, Poladura de la Tercia y el propio albergue de las antiguas escuelas de Pajares.

Cada cual puede ir a su ritmo, pero las asociaciones del Camino sugieren no menos de cinco jornadas de ruta. La primera, León-La Robla, tiene 27 kilómetros. La segunda deja al peregrino en el pueblo de Poladura -después de pasar La Pola de Gordón y Buiza-. En total, 26 kilómetros. La tercera etapa es la más corta, pero también la más "rompepiernas". Desde Poladura al puerto de Pajares hay apenas 14 kilómetros. El cuarto día nos lleva hasta Pola de Lena, después de recorrer 26 kilómetros cuesta abajo, que es bastante peor que caminar por llano. Los valientes pueden hacer la quinta jornada hasta Oviedo. Hay 34 kilómetros.

Junto a las catedrales del inicio y fin de la ruta, hay tres hitos de culto: la ermita del Buen Suceso, cerca de La Pola de Gordón, la colegiata de Arbás, casi en el límite de las dos provincias, y la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena.

"En León hemos hecho hasta manifestaciones" para conseguir la declaración de bien de interés cultural para el tramo leonés del Camino del Salvador, asegura Laureano García, en cuya agrupación se incluyen 22 asociaciones y una cofradía. El argumento de que esta ruta hace competencia al Camino Francés se cae por su propio peso: juegan en diferentes ligas. Con el cambio de corporaciones, la asociación Camino de San Salvador tendrá el próximo día 21 nueva junta directiva. Quizá a ella la Junta de Castilla y León le haga más caso.

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