Las tareas de recuperación del cuerpo del minero que quedó atrapado ayer en la mina subterránea de Degaña (Asturias) como consecuencia del derrumbe de un túnel se han suspendido tras producirse nuevos hundimientos y ante el peligro de que se repitan. Esta decisión pretende garantizar la seguridad del personal que participa en las labores de rescate, indican desde el Gobierno del Principado en nota de prensa.

Asimismo, desde el Ejecutivo autonómico señalan que "na vez localizado el cuerpo sin vida del minero, atrapado en la cabina del camión que conducía, sepultado por los escombros y el carbón, los miembros de la Brigada Central de Salvamento Minero iniciaron esta mañana los trabajos de excarcelación. No obstante, las tareas de recuperación del cuerpo se han complicado notablemente ante los constatados riesgos de hundimiento".

"Por esta razón, y una vez evaluado el elevado riesgo en que podrían incurrir los operarios de la brigada durante su labor, se ha decidido suspender temporalmente las tareas de rescate hasta que se pueda asegurar adecuadamente la estabilidad de la bóveda previa a la zona que da acceso al lugar del accidente. La decisión adoptada cuenta con la aprobación de los técnicos de la Dirección General de Minería y Energía del Principado de Asturias, presentes en el lugar de los hechos desde ayer a mediodía", apuntan en el escrito.

Igualmente, el Gobierno asturiano indica que "en principio, se ha planteado la proyección de hormigón gunitado sobre el techo de la zona de operación para tratar de asegurar su estabilidad y permitir así el acceso y un rescate seguro del cuerpo del minero fallecido".

Los servicios de rescate han encontrado esta mañana el cuerpo sin vida del trabajador de la mina de Cerredo (Degaña), que quedó ayer a mediodía atrapado por un derrabe registrado en el interior del pozo. Se trata del camionero Roberto Calviño, vecino de Villablino. Los peores presagios se confirmaban en torno a las 06.00 horas de la mañana, cuando los servicios de rescate llegaban a la zona de la cabina del camióny encontraban el cadáver del trabajador. Las labores para recuperar el cuerpo aún tardarán unas horas debido a que a las toneladas de tierra que hay que retirar, se suman las labores para excarcelar el cuerpo, atrapado en la cabina.

El operario se encontraba trabajando junto a un compañero que se encargaba de una pala cargadora, Javier Lago, de Tormaleo. Éste logró alejarse del derrumbe con la ayuda de sus compañeros. "Salió por un agujero por encima del desprendimiento", señaló un trabajador a este diario. Durante la tarde, Lago compartió lo sucedido con quienes esperaban un feliz desenlace del grave accidente.

Sin descanso, durante toda la tarde-noche, los camiones y palas se concentraron en retirar las toneladas de rocas y carbón que cayeron en el interior de la mina justo en uno de los cruces de una de las capas, a unos dos kilómetros de la entrada del túnel principal de la mina.

La explotación es propiedad de la empresa Astur Leonesa, del empresario Rodolfo Cachero, desde diciembre de 2014. La compañía emitió a las pocas horas de conocerse el suceso un comunicado en el que califican el accidente de "totalmente fortuito". Según el presidente del comité de empresa, Luis María Fernández, la zona en la que se produjo el accidente es comparable "a un túnel como el que se puede encontrar en la autopista". Fernández no se explica el accidente, ya que aseguró que "es una zona de las más seguras porque esta reforzada". Con resignación, añadió que "son cosas que pasan; aunque tengas todas las medidas de seguridad, son accidentes que siguen pasando".

Esta visión del presidente del comité de empresa fue compartida por el representante de SOMA-UGT Moisés Díaz, que aseguró que era un accidente que no se podía esperar. "Se trata de una zona tranquila, un lugar reforzado por el personal, así que no se puede decir que el accidente se haya producido por falta de seguridad", recalcó.

Basilio Fernández, trabajador de la mina, también ve inexplicable el accidente en una zona "reforzada en varias ocasiones". El mismo parecer que el encargado Toño Álvarez, que aseguró que "donde ocurrió el accidente es donde mejor estaba la mina, es una coincidencia que no tiene explicación", recalcó. Álvarez afirmó que se trata de un lugar "perfecto, donde no había riesgo y, sobre todo, no había falta de mantenimiento". Las labores de rescate se alargaron más de lo que se preveía en un principio, ya que el acceso "está más complicado de lo que se creía", explicó Luis María Fernández, que comentó que después del derrumbe "la bóveda continuaba bajando y había mucho trabajo de desescombro". Además, a causa del desplome se desprendieron varios cuadros metálicos que cubrían el techo del túnel y que los operarios tuvieron que proceder a cortar, lo que ralentizó aún más las labores de rescate.

Se da la circunstancia de que el trabajador fallecido iba a coger sus vacaciones mañana. Además, pertenecía al grupo de los 94 operarios del cielo abierto que con la liquidación de Coto Minero Cantábrico sufrieron un expediente de regulación de empleo y que consiguieron ser readmitidos en la empresa como trabajadores de interior en julio del año pasado. Un duro golpe para la familia de la víctima, que en 2003, también en el mes de julio, perdía a un hermano de Roberto Calviño un accidente laboral en la mina de Lumajo del grupo Villablino-Este. En su caso, se encontraba realizando labores de posteo en uno de los talleres de la mina.