"En España, más de un 15 por ciento de los trasplantes de riñón son de donante vivo. Sin embargo, nuestra región se sitúa por debajo de esta media". El urólogo Miguel Hevia Suárez hizo esta reflexión en nombre del equipo de trasplante renal del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que ayer recogió el premio "Asturiano del mes" de abril que le concedió LA NUEVA ESPAÑA con motivo del décimo aniversario de la puesta en marcha del programa de implante de riñones provenientes de donante vivo. El médico, agradecido por la distinción, confía en que "este reconocimiento sirva para relanzar las donaciones en la región".

Hevia atribuyó el éxito de la unidad -están vivos todos los pacientes que recibieron el órgano- al trabajo en equipo. "Somos muchos y cada uno tenemos una función", dijo. De hecho, ayer al acto le acompañaron la nefróloga María Luisa Suárez, el anestesista Carlos Vázquez, la enfermera Beatriz Roces, Benjamín Otero, de coordinación de trasplantes, y el presidente de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales en Asturias, Rogelio García.

"Egoísmo legítimo"

En un acto distendido y cercano, el urólogo Miguel Hevia declaró que hay que transmitir a los asturianos que las donaciones en vida son "necesarias". "Y la satisfacción que reciben ambas partes es increíble", añadió. El jefe del equipo quirúrgico, que acudió a la entrega del premio tras realizar dos trasplantes, calificó la donación de generosidad. "Una generosidad que, como decía el escritor uruguayo Mario Benedetti, es el único acto de egoísmo legítimo", matizó. En este sentido, María Luisa Suárez recordó que el 80 por ciento de los donantes son mujeres.

Antes de la entrega de los atributos del "Asturiano del mes" (una primera página especialmente elaborada para la ocasión, una caricatura del dibujante Pablo García y una estela del artista Legazpi), la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, explicó los motivos por los que el equipo de trasplante renal del HUCA merece el premio, que el periódico otorga desde 1996. "Nos sentíamos en deuda, ya que los equipos hepático y cardíaco habían recibido esta distinción con anterioridad", expresó. También destacó que LA NUEVA ESPAÑA apuesta en su día a día por la información sanitaria. "Nos sentimos útiles dando a conocer los avances sanitarios y también estamos muy orgullosos de constatar el alto nivel de los profesionales de trasplantes de órganos en la región. Por eso nos sumamos al aplauso de las autoridades sanitarias y la sociedad asturiana", apuntó. En relación a ello, Miguel Hevia también destacó la labor "tan importante" que hace este diario en materia de salud. "Los medios de comunicación son fundamentales para nosotros; es la forma que tenemos de llegar a la población", afirmó.

El trasplante de riñón de donante vivo se inició en el Principado hace ahora una década. En este plazo se han practicado más de una treintena de injertos. Uno de los últimos fue el de una madre de 79 años que cedió uno de sus riñones a su hija, médica de raíces leonesas que desde hace años reside en Gijón. Pero hay muchas otras historias que tienen nombres y apellidos y que reflejan la generosidad de los asturianos. Buena parte de ellas se desarrollaron en 2011, que fue el año de mayor actividad para el equipo renal.