La ruta del Cares, uno de los recorridos más conocidos de los Picos de Europa, debería cerrarse al público después de un temporal. Así lo defienden los profesionales asturianos ante el riesgo de desprendimientos de tierra y de rocas. "Muchas veces caen piedras por el camino y eso es muy peligroso", alerta Antonio Alba, vocal de la Federación Asturiana de Montaña. Lo mismo opina su compañero de equipo Manolo Taibo, al señalar que la Administración regional tendría que tomar cartas en el asunto y prohibir el paso después de producirse fenómenos meteorológicos adversos.
En este sentido, Antonio Alba aconseja a los principiantes no realizar rutas de alta montaña en los Picos de Europa. Para descubrir su belleza, asegura que se pueden hacer otro tipo de sendas que, por lo general, suelen estar bien señalizadas. Entre ellas están, en el macizo occidental, la Majada de Belbín (desde el lago Ercina) y la Majada de Vega la Piedra (entre Pan de Carmen y Vegarredonda, en Cangas de Onís). Por su parte, en el macizo central, destacan la ruta al collado de Pandébano (entre Sotres y Bulnes), a la Olla de San Vicente (desde Cangas de Onís en dirección al puerto del Pontón), senda del Arcediano (en Amieva) y vuelta al pueblo de Vis (también en Amieva, entre los ríos Sella y Dobra). "Todas estas sendas transcurren por pistas y están indicadas, así que no hay ningún tipo de problema", comenta.
Aunque el camino es más peligroso, Antonio Alba también recomienda, por su enorme belleza, acceder al mirador de Ordiales (a partir del refugio de Icona) y al de Vega de Ario (desde el lago Ercina). Eso sí, sólo si el día está bueno y sugiere no caminar más allá de los refugios.
