La inauguración oficial del verano en Asturias que llega con el pistoletazo de salida a la Feria de Muestras sirvió ayer para fijar los dos asuntos fundamentales que marcarán el inicio de la segunda legislatura de Javier Fernández como presidente del Principado. El diálogo será la herramienta fundamental para renovar la concertación social con sindicatos y empresarios, primer cometido que trasladó al nuevo consejero de Empleo, Francisco Blanco, a quien pidió activarlo "cuanto antes", sin olvidar la necesidad de concreción de las balanzas fiscales, donde también se hace necesaria la invocación al diálogo, según Fernández.

"La concertación está minusvalorada porque la tenemos incorporada al paisaje: hay quien piensa que siempre ha estado ahí pero el pacto social es un logro que se alcanza a fuerza de mucha negociación, de mucha cesión, y de mucho compromiso", remarcó el Presidente. Tras destacar el incremento del 4,6% del valor las exportaciones en el último año, y el aumento del 33% en el número de operaciones, el jefe del Ejecutivo regional apeló a las expectativas de despegue ligadas a la distribución de las balanzas fiscales. En este punto recordó el "esfuerzo" realizado desde Asturias en el último trienio para alcanzar los objetivos de déficit, todo ello "sin recortar la calidad de nuestra educación, ni de nuestra sanidad ni de los servicios sociales". Además sacó pecho Fernández valorando el compromiso de la región con el Estado de bienestar, que "sobresale entre las demás comunidades". No obstante, advirtió de que "si el techo del déficit acota el margen de maniobra" del Gobierno esa decisión repercutirá sobre los derechos sociales de los asturianos y la capacidad inversora de la región". Su criterio sobre la financiación autonómica pasa por un sistema que garantice una prestación de servicios públicos "de un alto estándar igual que en el conjunto del territorio". En ese punto, continuó, la recaudación debe realizarse "de la manera más equitativa posible". Por ese motivo, el futuro sistema de financiación debería fundamentarse en "indicadores objetivos de necesidades de gasto" pues el sistema actual no dispone, a juicio de Javier Fernández, de una información fiable. "Si España quiere seguir siendo un país serio sus ciudadanos deben disfrutar de la misma calidad básica de servicios, vivan en la comunidad que vivan", reivindicó.