Si hay un sector especialmente optimista en esta edición de la Feria de Muestras es el del automóvil, que ocupa una superficie importante dentro del recinto ferial Luis Adaro. "Tenemos muchas expectativas en vender coches nuevos. El mercado está creciendo y en esta feria se va a notar", afirma Miguel Ángel Lastra, comercial de un concesionario de Ford.

Lastra cree que "ésta es la feria de la recuperación para el sector del automóvil, y para todos, porque la gente ya tiene otra actitud más positiva y ya no está tan pendiente de la crisis". Eso sí, para cosechar buenos número de ventas Lastra admite que tiene muy ajustados los precios. "Venimos con precios muy agresivos para que el cliente venga a comprar, porque en la feria el cliente busca buen precio", explica.

Además, Lastra logró dar salida en la mañana de ayer a dos unidades. "Hemos vendido coches en el primer día y eso hace muchos años que no pasaba", afirma.

Su colega Javier Díaz, gerente de un concesionario de BMW, también cuenta que "los clientes cada vez más se dan cuenta de que hay más ofertas y valoran la opción de la feria para ver lo que hay". En su caso, su empresa se plantea como objetivo "al menos igualar las ventas de año pasado". Díaz explica que "este año hay alguna parcela más para exponer vehículos, porque la feria y el sector del automóvil se retroalimentan y esta industria ha crecido". Y otra vez repite la misma palabra que otros expositores de la feria: "Buenas expectativas".

Pero no todos tienen referencias y cuentan con bagaje en el recinto ferial de ediciones anteriores. Raúl Casanova ha venido desde Alicante por primera vez para vender colchones. "Nos lo ofrecieron y nos pareció buena idea. A ver cómo nos resulta", cuenta Casanova, que también aprecia "recuperación" en la economía nacional.

También es primerizo en la Feria de Muestras Eduardo Gómez, vendedor de motos Piaggio. "Tenemos ofertas especiales de feria y esperamos vender mucho. El objetivo es dar salido a más de treinta motos", explica.

No es la primera edición de feria, ni mucho menos, para el indio Sheik Shonkat, que vende bisutería en uno de los pabellones del recinto ferial. "He venido un montón de veces y espero que este año sea bueno. Yo no creo tanto en que esté habiendo una recuperación, pero ya lo diré al final de la feria", señala Shonkat.

En el día de ayer el recinto ferial registró una entrada notable pese a la climatología, más propicia para una jornada de playa. Un hecho que ha servido a muchos de los expositores para confirmar sus buenas expectativas. Habrá que esperar a su balance cuando termine la cita para conocer si ha sido "la feria de la recuperación".