El calendario de tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 que aprobó ayer la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados desplaza la fecha para la celebración de las próximas elecciones generales hasta, al menos, el 13 diciembre. La Cámara Baja sitúa la aprobación definitiva de las cuentas, tras su preceptivo paso por el Senado, en la penúltima semana de octubre, lo que implica que las dos Cámaras no podrán ser disueltas hasta esa fecha.

A partir de ahí, y conforme a las previsiones legales, desde el decreto de disolución de las Cortes Generales y de convocatoria de elecciones generales hasta la propia jornada electoral deben de transcurrir 54 días. Por ello, los primeros domingos hábiles para celebrar las votaciones serían el 13 de diciembre, en el caso de que se aprieten los plazos de aprobación del proyecto, o el día 20 de ese mismo mes. La decisión depende del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Los partidos políticos de la oposición criticaron ayer de forma unánime que el Gobierno del PP pretenda dejar "atados" los Presupuestos Generales del Estado para 2016 aunque no gane las próximas elecciones, en una actitud que, a su juicio, es "muy poco respetuosa con la voluntad de los ciudadanos".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, advirtió al Ejecutivo de que los Presupuestos que pretende dejar "atados" antes de las elecciones serán "desatados por los españoles" con su voto en los próximos comicios generales. A juicio del socialista, las cuentas públicas son "injustas, antisociales y tremendamente ideológicas". Alberto Garzón, de Izquierda Unida (IU), aseguró que los Presupuestos están diseñados para "desguazar" el empleo existente y sustituirlo por contratos "basura", que "impidan a los ciudadanos vivir dignamente".