El Gobierno asturiano tiene entre sus previsiones revisar el billete único del Consorcio de Transportes de Asturias, para "simplificarlo y flexibilizarlo", para incentivar el uso del autobús y el tren en el centro de la región.
En concreto, el pacto de investidura negociado por IU con la Federación Socialista Asturiana para alzar a Javier Fernández a la presidencia regional contempla medidas concretas, como la supresión de algunas de las limitaciones del abono más utilizado por el usuario, el de 10 viajes. En la actualidad, estos abonos se recargan con viajes en paquetes de diez en diez. Pueden utilizarse indistintamente en ferrocarril o autobús, dan derecho a hacer transbordo, y el precio varía según las zonas de la región que se atraviesen, entre una sola zona (que cuesta 9 euros) y ocho zonas, que integra la totalidad de Asturias, por 86,80 euros. Estos abonos caducan al mes, es decir, los viajes que no se hayan utilizado, se pierden. Además, en caso de viajar en grupo, no se pueden utilizar, con esta modalidad, más de cinco billetes por viaje.
El acuerdo de investidura contempla específicamente la supresión de estas dos limitaciones, la caducidad y la restricción al número de viajes por trayecto, de forma que el uso de esta tarjeta sea más fácil. Según IU, que incluyó esta cláusula en el pacto, ambas limitaciones tienen un efecto "desincentivador" en el uso del transporte público.
Además, el pacto plantea la creación de un nuevo abono, dirigido a jóvenes entre 12 y 30 años, para integrarlo en la Tarjeta Joven del Principado, para incentivar el uso del transporte público en este segmento de población.
En la actualidad, además del bono de 10 viajes que se recarga en la tarjeta, el Consorcio ofrece una tarjeta de 30 días con tarifa plana, y un abono para universitarios.
El objetivo de los cambios en el billete único es intentar mejorar el uso de transporte colectivo y cohesionar al área central asturiana, una de las asignaturas pendientes de Asturias, que tiene entre sus principales obstáculos las deficiencias de la red de transporte ferroviario de cercanías, pese a que la mayor parte de los expertos consideran que mejorar el funcionamiento de esta infraestructura es esencial para facilitar la movilidad interna de la región.
El pacto de investidura suscrito por la FSA con IU incluye además, en materia de transporte público, la ampliación de la red para dar servicio a las zonas rurales, aunque en este caso no se incluyen medidas concretas, como sí se hace cuando se abordan los cambios en el billete único.
El acuerdo es "una agenda" a desarrollar durante la legislatura, "con la intención de que sea un punto de partida, si otras fuerzas políticas de izquierdas se suman al cambio", según señala el portavoz de IU, Gaspar Llamazares.
El pacto se estructura en varias líneas de actuación: en defensa de las personas económicamente vulnerables, en materia de regeneración democrática (que incluye la reforma de la ley electoral), defensa de los servicios públicos, desarrollo económico y empleo, y atención a la identidad y cultura asturianas. El acto considera prioritaria la lucha contra la pobreza, con un "plan de rescate" que incluye medidas contra la pobreza infantil (la pasada semana, en su primera reunión, el Gobierno ya aumentó en medio millón de euros el dinero destinado a estos programas) y contra la pobreza energética.
Para evaluar su grado de cumplimiento, se establece la creación de una comisión de seguimiento, que se reunirá como mínimo una vez al finalizar cada periodo de sesiones. El acuerdo sirvió de base para que los cinco diputados de IU le dieran sus votos a Javier Fernández, aunque no se integraron en el Gobierno.
